En Florida se han cansado del ruido de los coches y desde el 1 de julio ha entrado en vigor una ley que castiga con una multa a los conductores que pongan la música a todo volumen. Y no es el único lugar donde están empezando a hacerlo.
Desde hace unos años los radares de ruido se han empezado a considerar como dispositivos de control necesarios para salvaguardar el bienestar en las ciudades. Francia es uno de los países que empezó a poner en funcionamiento las denominadas 'medusas', equipadas con una cámara y cuatro micros.
La multa, de 115 dólares
Según explica un policía a NBC Miami, la ley no busca perseguir a aquellos conductores que "traten de pasar un buen rato en sus coches escuchando música", sino castigar la música demasiado alta.
¿Y qué se ha establecido en dicha ley como música demasiado alta? Pues curiosamente el nivel de ruido no será medido en decibelios: la multa, de 114 dólares, se emite si dicha música demasiado alta es audible desde una distancia de menos de unos 25 pies; es decir, unos 7,6 metros.
El hecho de que no se mida en decibelios con un dispositivo deja en manos de la policía decidir si la música estaba, efectivamente, demasiado alta o no.
Estas regulaciones se vuelven aún más estrictas en las proximidades de iglesias, escuelas y hospitales, e incluyen el ruido emitido por tubos de escape o modificaciones que hagan que suene más.
También Virginia estrenó el 1 de julio su propia normativa, mientras que en Toronto las autoridades planean instaurar una ley de contaminación acústica relacionada con el ruido de los coches ante las denuncias de los ciudadanos.
Otra ciudad que estudia imponer una ley más dura contra la contaminación acústica es la ciudad de Nueva York: las multas por llevar un tubo de escape demasiado ruidoso ascendería a 6.000 dólares, y hasta 2.000 dólares por abusar del claxon.
En marzo de este año, un distrito de Londres instaló cámaras acústicas y registró nada menos de 289 vehículos que emitían más de 100 decibelios. El más ruidoso, relatan desde The Times, fue un Lamborghini que registró 112 decibelios.
La normativa allí establece el límite legal en 72 decibelios para vehículos matriculados desde 2016; aquellos matriculados después de 2007 y antes de 2016 no deben tener más de 74.
¿Qué pasa en Europa? ¿Y en España?
Aunque en España se han realizado algunos proyectos piloto, de momento la DGT no tiene entre sus planes instalar radares de ruido: así mismo lo confirmó a este medio.
Donde sí empezaron a probar avanzados dispositivos hasta abril de este año fue en París: el radar, equipado con cuatro micros, permite de asignar un nivel ruido a una dirección en particular y establecer así su origen.
Además, esta llamada 'medusa' cuenta con una cámara de 360 º que permite fotografiar la matrícula de los vehículos que exceden el límite establecido.
Tras haber dado buenos resultados, este nuevo dispositivo se irá instalando paulatinamente en las calles de comunidades y ciudades como París, Niza, Rueil-Malmaison, el valle de Chevreuse en Yvelines o Toulouse. También en Suiza se han estado probando.
En contraposición, una ley que entró en vigor hace justo un año y que obliga a los nuevos coches eléctricos a hacer ruido para reducir la siniestralidad en las cuidades.