Aunque el titular no resulte demasiado optimista, lo cierto es que la cifra de fallecidos en nuestras carreteras ha descendido respecto a 2016. Durante los meses de julio y agosto han perdido la vida 224 personas, 31 menos que el verano pasado. Sobre todo si tenemos en cuenta que en dos meses se han registrado más de 86 millones de desplazamientos.
Es el balance que ha presentado hoy el ministro del interior, Juan Ignacio Zoido, que ha puesto de manifiesto la efectividad de las medidas que se han tomado desde que en 2016 aumentaran las víctimas en 29 personas. Como de costumbre, ni rastro del factor 'estado de las carreteras'. Porque seguimos suspendiendo.
Vías secundarias: siguen siendo las más mortales
Los datos de la DGT arrojan algo de luz a unos meses muy sombríos en la seguridad vial. Muchos ciclistas fallecidos en situaciones similares, muchos conductores dando positivo en los controles de drogas, y muchos halagos en las sesiones del Congreso que no terminan de encajar con la realidad de las vías españolas. Menos aún con la de los supervivientes y los familiares de las víctimas.
Desde que se tienen datos, agosto de 2017 es el que menos víctimas mortales ha registrado, pero hay que lamentar 775 víctimas mortales desde que arrancara el año, con 277,2 millones de desplazamientos en carretera. Cada vez nos movemos más.
Según comunidades autónomas, las que han experimentado un repunte en el número de víctimas mortales en carretera son Cataluña (15 muertes más), Andalucía (+3), Extremadura (+2), Cantabria, Comunidad de Madrid (+1) y Principado de Asturias (+1). La mayoría, han perdido la vida en vías secundarias (80% del total) al salirse de la carretera. Como siempre. El 28 %, por increíble que parezca, no llevaba cinturón.
Y también como de costumbre, se elude el tema de la conservación de la vías y de su estado (iluminación deficiente o inexistente, señales en mal estado, asfalto agrietado... ¿te suena?), que juegan un factor decisivo. Sí se ponen de relieve las medidas de control y vigilancia a través de las millonarias campañas de concienciación. En concreto, 8 millones de euros que han ido para campañas en redes sociales, televisión y prensa.
Tramos que siguen siendo negros durante años
En 2016 la inversión en la red viaria disminuyó en un 22,9%, tal y como denuncia la Asociación Española de la Carretera (AEC) en un informe de 2016: "Con un déficit que supera los 6.600 millones, la conservación de las carreteras sigue anclada en el suspenso".
Muchos otros organismos se han hecho eco de este problema endémico. En diciembre, el Real Automóvil Club de España (RACE) participaba en el informe junto al Programa Europeo de Evaluación del Riesgo en Carretera (EuroRAP) en el que se analiza el nivel de riesgo en las vías que forman la Red de Carreteras del Estado. Del total de 24.805 kilómetros analizados, el informe muestra un alto nivel de peligrosidad en 3.264 kilómetros, lo que supone un 13,2% sobre el total.
Ante este déficit, se denunciaba que "los turismos cubren con creces sus costes de movilidad, por encima del 150%, y en el caso de las motocicletas, pagan tres veces respecto a lo reciben".
En julio de este año se presentó el mapa de las Rutas Ciclistas Protegidas (140 en total), con vigilancia aérea que se ha realizado con 6 de las patrullas del servicio de helicópteros de la DGT de A Coruña, Madrid, Málaga, Valencia, Valladolid y Zaragoza, focalizando los vuelos programados en fin de semana y festivos. También se han incrementado los controles de alcohol y drogas, que dejaron unos resultados nada positivos.
Como novedad, hace unos días conocíamos que la DGT prepara avionetas y drones como parte de un nuevo plan de medios aéreos para ejercer las labores de regulación y control del tráfico. El objetivo será el de racionalizar el gasto que un helicópero como el Pegasus supone.