Nos quejamos prácticamente a diario de los radares que saltan a 70 km/h en los túneles de la M-30, de los radares que vigilaban algunas carreteras de la zona 80 de Barcelona o de que Pere Navarro se lo goce con los ingresos por multas. Pero esto no es nada, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg quiere aumentar la cantidad de ojos que vigilan el comportamiento de los conductores de esa ciudad, pero no serán ojos humanos, sino digitales y automáticos.
En la ciudad de Nueva York existen ni más ni menos que 150 cámaras de semáforo, esas que te pillan cuando te lo saltas en rojo, entre todas ellas recaudan 36,1 millones de euros (240.000 euros por cámara) anualmente, lo que comparado con las 38 cámaras de semáforo que existen en Barcelona o las 15 que existen en Madrid, nos muestra una diferencia considerable de conceptos multológicos, aunque sea cierto que tanto Barcelona como Madrid son ciudades bastante más pequeñas que Nueva York.
Por si a alguien le pudiesen parecer pocas, el alcalde de Nueva York no está contento con esas 150 cámaras y pretende elevar ese número a 225, un 50% más, medida que ya ha pasado el trámite necesario en el Senado del Estado de Nueva York, pero que ha sido bloqueada en la Asamblea del Estado. Al quedar bloqueada se ha producido una curiosa situación, la ciudad de Nueva York puede colocar todas las cámaras nuevas que quiera, pero no puede multar con las nuevas cámaras a ningún conductor hasta que pase el trámite en la Asamblea.
Sin embargo, Bloomberg se ha propuesto llegar más lejos en su “cruzada”, con medidas como publicar los nombres de los conductores multados por estas cámaras de semáforo en los periódicos locales y, lo que puede ser más dañino contra los bolsillos que contra el anonimato de los neoyorquinos, pretende introducir radares de velocidad en la ciudad lo antes posible. Y es que según los datos de la página Photoenforced en todo el estado de Nueva York solo hay 16 radares de velocidad (algunos de ellos de semáforo en rojo y radar de velocidad a la vez).
Actualmente hay una proposición al Senado del Estado de Nueva York para elevar el número de radares de velocidad que puedan multar en el Estado hasta los 40, destinando buena parte de los nuevos a la ciudad de Nueva York, pero todavía se está debatiendo. En toda la Comunidad de Madrid existen aproximadamente 60 radares (fijos) operativos mientras en la provincia de Barcelona son casi una centena. Claramente las autoridades neoyorquinas parecen perseguir actitudes distintas en los conductores que las que se persiguen en Madrid o Barcelona.
Vistos los datos, la eterna cuestión ¿Se busca realmente aumentar la seguridad o hay escondido un deseo de llenar las arcas en tiempos de crisis? ¿qué es mejor perseguir, velocidad, imprudentes que se saltan semáforos o ambos por igual? Caballeros, abran fuego ordenadamente.
Fotografías | Daniel Morris y PeterJBellis
Vía | Autoblog
Fuentes | New York Daily News y NorthJersey.com
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