Para este 2023 se esperaban varios cambios normativos de la DGT pero han quedado en suspenso: tras la convocatoria de elecciones y la disolución del Congreso, no pueden votarse, por lo que de momento no verán la luz.
Una de las modificaciones estrella, y más esperadas, era por ejemplo la de acortar los plazos para la renovación del carnet de conducir en mayores de 65 años. Un cambio que está por ver si acaba haciéndose efectivo o no finalmente. De momento queda paralizado, tal y como ha confirmado a Motorpasión la DGT.
Un cambio que puede tardar uno o dos años. O incluso quedarse en nada
La reducción de los plazos para renovar el carnet en los conductores de edad más avanzada se enmarcaba en la Estrategia de Seguridad Vial 2030, articulada en cuatro fases y siendo la primera la de 2022/2023.
Algunas modificaciones ya se han aprobado y se harán efectivas pronto, como el cambio de señales. Pero la gran mayoría estaban o bien definiéndose o bien en proceso de tramitación. Entre ellas por ejemplo el nuevo carnet B1 para menores de edad, exigir un seguro para circular con patinete eléctrico o el nuevo reglamento de coches históricos.
Plazos diferenciados y más reducidos para los más mayores. Actualmente, los intervalos para renovarse el carnet de conducir en el caso de los automovilistas de 65 años en adelante son fijos y no distinguen horquilla alguna de edad:
- Cada cinco años: para el general de conductores.
- Cada tres años: para los conductores profesionales.
Si bien estos plazos ya son más reducidos que para los conductores de entre 18 y 64 años, que se fija en 10 años y cinco años respectivamente, desde la DGT consideran que es demasiado amplio para un grupo "tan heterogéneo y diverso". Así, lo único que sabemos es que la intención era aplicar diferentes horquillas e intervalos, siendo más cortos en edades más avanzadas.
"Que a una persona de 90 años se le renueve el permiso de conducir hasta los 95, suena raro", señaló Pere Navarro. Y en varias ocasiones María José Aparicio, subdirectora de Educación y Formación Vial de la DGT ha reiterado que el objetivo era el de fijar intervalos más adaptados "a la evolución psicofísica de las personas".
De momento no había nada definido, pero una posibilidad sería la de aplicar los plazos que estaban activos hasta 2009, momento en el que se fijaron los actuales. Y en este caso los intervalos subdividían a los conductores de edad más avanzada en dos:
- Cada cinco años: conductores de entre 46 y 69 años.
- Cada dos años: conductores mayores de 70 años.
Plazos más cortos, pero el mismo psicotécnico para todos. Acortar los plazos para renovar el carnet ha sido un debate recurrente, pero el problema es que afecta directamente con el derecho a la movilidad.
Quizá por ello, el cambio normativo sólo iba a afectar a la reducción de plazos, pero no al psicotécnico: no se planteó definir uno específico más exigente para conductores mayores. Y es que este examen médico es igual para cualquier conductor, tenga 25 o 90 años.
Aunque el protocolo de exploración médica sí que acaba de actualizarse: siendo más unificado y algo más completo, contemplando nuevas afecciones. Pero en general es prácticamente igual al anterior.
¿Llegará en algún momento este cambio? Primeramente hay que tener en cuenta que esta modificación aún se estaba definiendo y decidiendo, por lo que no se estaba ni tramitando como cambio normativo.
Sea como fuere, con la disolución tanto del Congreso como del Senado al convocarse elecciones supone volver a la casilla cero tal y como explican en Civio: las leyes a medio aprobar mueren de facto, ya estuvieran cerca de aprobarse o bien elaborándose, como ocurre en este caso.
Tras las elecciones y la formación de un nuevo Gobierno, las nuevas Cortes deberán decidir si se vuelven a presentar cualquier proyecto normativo. De hacerlo, el trámite parlamentario se arranca desde el principio, teniendo que cumplir todo el proceso.
Esto significa que en el mejor de los casos, este cambio puede tardar más de un año en aprobarse, o incluso dos. Y en el peor, que quede en el olvido y no se aplique en caso de que el nuevo Ejecutivo no lo ponga sobre la mesa.
Un ejemplo lo encontramos por ejemplo con el nuevo reglamento para coches históricos, que buscaba facilitar el proceso de matriculación para este tipo de vehículos modificando algunos aspectos del actual y vigente. Ya contaba con borrador y actualmente se estaban tramitando las enmiendas presentadas. Da igual que así fuera, pues de facto queda completamente parado.
Además, hay que tener en cuenta que un cambio de Gobierno puede suponer el fin de la dirección actual de la DGT, dejando a Pere Navarro fuera de la ecuación, pues fue nombrado por el actual Ejecutivo que ahora llega a su fin.