La DGT ha comprado 18 nuevos radares láser para aumentar el control de la velocidad en las carreteras secundarias. Esta compra tiene un coste de 892.980 euros pero que está más que justificado teniendo en cuenta que estos radares seguro que se sitúan en puntos de máxima peligrosidad... ¿O será en las rectas?
Por el momento no se ha definido la ubicación de estos radares, pero bien por una mayor vigilancia de las carreteras secundarias (que es donde más accidentes mortales ocurren), bien por radares fijos (que deben estar señalizados previamente) en vez de jugar al escondite, pero esperemos que también podamos decir bien por la ubicación de estos radares.
Ahora la reflexión lógica es pensar cuándo van a dejar de gastar en radares para invertir en mejorar el estado de las vías. Ojo, que no soy de los que piensan que están fatal, hablamos mucho de Alemania pero no todas sus carreteras son mejores que las nuestras. Pero sí es cierto que en los últimos años se han deteriorado y tampoco estaría de más empezar, por ejemplo, por esos puntos negros que tan localizados están.