“Instalaremos 88 radares más en 2024. Comparados con Europa tenemos pocos”: Pere Navarro continúa su batalla contra la velocidad de la DGT

“Instalaremos 88 radares más en 2024. Comparados con Europa tenemos pocos”: Pere Navarro continúa su batalla contra la velocidad de la DGT
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Más radares y la mayoría de tramo: Pere Navarro, entrevistado por El País, nos ha dejado pistas de la línea de actuación de la DGT para este año. No es muy diferente de la que mantiene desde hace unos años con el exceso de velocidad en el punto de mira. También las multas de velocidad son las más rentables.

Este 2024 la DGT va a instalar casi 90 radares de velocidad nuevos y una gran mayoría serán de tramo. Pese a ello, Navarro ha recordado que somos de los países europeos con menos radares: actualmente Tráfico dispone de unos 1.300 radares, que son menos que los 4.000 de Francia, los 8.000 de Reino Unido o los cerca de 11.000 de Italia.

"Muchas veces pienso que si no te multan por exceso de velocidad es por tonto"

Esta ha sido una de las "reflexiones" de Pere Navarro en esta entrevista, un poco mal formulada por cierto. En realidad se refiere a que es culpa de los conductores que los multe un radar fijo, ya sea de tramo o de punto, porque están señalizados.

Aunque en lo de combatir los excesos de velocidad la DGT recurre también a los radares móviles, que no siempre van anunciados porque la normativa no lo exige. Este mismo año la DGT ha adquirido 15 nuevos radares móviles, en los que se ha invertido 1,2 millones de euros, y hace un año sumó 70 nuevos e indetectables Velolaser.

88 radares más en 2024, pese a que se corre menos. La DGT ya vigila las carreteras españolas con cerca de 800 radares fijos, de los cuales más de 90 son de tramo, pero este año serán casi 90 más en total: Pere Navarro ha confirmado que tienen "prevista la instalación de 88 radares más".

Navarro no detalla dónde estarán exactamente, pero indica que se colocarán donde más accidentes se registran por exceso de velocidad gracias a "unas fórmulas, para saber dónde instalarlos". Las carreteras convencionales tienen más papeletas, pues es donde se siguen registrando los accidentes más graves.

Navarro sostiene que "los radares han supuesto una inmensa reducción de las velocidades medias" y que "sigue habiendo pequeñas infracciones por exceso de velocidad" pero que eso de que "te adelante absolutamente zumbado es cosa del pasado". Y que "ir a alta velocidad tiene una cierta condena social".

Pero los radares también son tremendamente rentables para la DGT: en 2022, el último año del que tenemos datos completos, Tráfico firmó récord de multas y el 67 % fueron de exceso de velocidad: 3,70 millones de sanciones.

Radar de velocidad de la DGT en pórtico

"Vamos hacia el radar de tramo, que a todos nos parece más justo". Con esto Navarro deja caer que la mayoría de estos 88 radares fijos serán de tramo, que miden la velocidad media. En realidad esto no es nuevo: en verano de 2022 la DGT anunció la adquisición de 300 radares fijos nuevos para los próximos años, de los cuales 180 serían de tramo. Estos dispositivos han supuesto una partida de 17,5 millones de euros y, se entiende, estos 88 nuevos se incluyen en ella.

De hecho, los de tramo hasta están sustituyendo a los fijos de punto. Es el caso del que se va a instalar en la A-8 (Autopista del Cantábrico) entre la salida de Castro Urdiales y el viaducto de Ontón. Será de 6 km, uno de los más largos de España, aunque los hay que controlan la velocidad durante más de 30 km.

La DGT considera a los radares de tramo más justos porque "en un punto cualquiera puede tener un exceso de velocidad, en un tramo de dos o tres kilómetros es más difícil". Pero también son muy eficaces en eso de sancionar excesos de velocidad: este dependiente del Ayuntamiento de Madrid llegó a multar en 2020 a 283 conductores al día y en 2022 fue el radar que más "recaudó" en esta ciudad, casi 3 millones de euros.

Motorista circulando por carretera convencional

"Habrá motos camufladas en verano". Más allá de la velocidad, la DGT está poniendo el foco en reducir la siniestralidad de los motoristas. No en vano en 2023 ascendieron a casi 300 fallecidos, 45 más que el año anterior. Y representan una de cada cuatro muertes en nuestras carreteras.

Para bajar esta negra estadística, el plan de la DGT es atar en corto las imprudencias de estos conductores con motos camufladas, que empezarán a sancionar este mismo verano. Tráfico cuenta con 34 de estas motos que no van rotuladas y que pilotarán agentes de paisano. Según Navarro vigilarán a los motoristas "sobre todo los fines de semana" y en "las zonas más conflictivas". ¿Su objetivo? Acabar "con las animaladas".

Navarro ha cargado además contra las motos de gran cilindrada: "Una moto de 200 CV con 200 kilos de peso está hecha para el circuito y en carretera tiene un especial peligro".

Iguamenente ha señalado al conductor tipo con mayor siniestralidad: motorista, de entre 40 y 54 años que tras años sin conducir en moto "se compra una de gran cilindrada y una cazadora de cuero, se va a la carretera y se sale de la vía en una curva".

Y es que las salidas de vía siguen siendo los accidentes más numerosos con fallecidos en la ecuación: en 2023 fueron 486, por delante de las colisiones frontales y las laterales. La DGT señala que la velocidad excesiva o inadecuada es una de las causas habituales de este tipo de siniestros.

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