Esta semana ha llegado el primer temporal invernal, con una nueva DANA que ha traído la nieve a una buena parte de España. Y esto se traduce en carreteras nevadas con hasta 31 vías afectadas en todo el país.
Así, la DGT clasifica por colores cuatro niveles de alerta según la cantidad de nieve que hay en la carretera: verde, amarillo, rojo y negro. Cada uno lleva aparejadas exigencias en cuanto a velocidad o vehículos que pueden o no circular, así como una serie de actuaciones.
Los repasamos, así como varias recomendaciones generales para conducir con nieve o hielo, pues además de reducirse notablemente la adherencia, también puede afectar a la visibilidad.
Igualmente repasamos algunos consejos para el vehículo en sí, pues algunos componentes se ven afectados con temperaturas muy bajas, y de las precauciones que debemos tomar ante el riesgo de nevada, pues podemos quedarnos atascados.
Los niveles de alerta de la DGT: cómo se debe circular en cada uno
Cuatro son los niveles de alerta, los cuales clasifican el estado de las carreteras y el riesgo que implica conducir por las mismas. Estos niveles dependen esencialmente de la cantidad de nieve que hay acumulada sobre el firme.
Verde (comienza a nevar)
En autopista o autovía se debe circular a una velocidad máxima de 100 km/h y en las carreteras convencionales y en el resto de viales rápidos a un máximo de 80 km/h.
Los camiones en este nivel tienen prohibido adelantar y Tráfico recomienda evitar puertos de montaña. Además, aconseja circular siempre por el carril derecho.
Amarillo (carretera parcialmente cubierta)
La carretera comienza a cubrirse de nieve, así que en vías rápidas, ya sean autovías, autopistas o convencionales, no se pueden superar los 60 km/h.
La circulación queda prohibida para camiones y vehículos articulados.
Se recomienda evitar cualquier maniobra brusca y reducir especialmente la velocidad en curvas y descensos.
Rojo (Carretera cubierta)
En este nivel, la capa de nieve que cubre la carretera ya es considerable, por lo que solo se puede circular con cadenas o con neumáticos especiales (de invierno o All season que permitan circular en nieve). La velocidad máxima permitida es de 30 km/h.
En este nivel tienen prohibido circular camiones, vehículos articulados y autobuses.
Además se insta a los conductores a no rebasar vehículos inmovilizados si no se tiene la seguridad de poder continuar la marcha.
Negro (Elevado espesor)
El más extremo de los cuatro y que supone un riesgo real de quedarse inmovilizado. Por ello la circulación en este nivel está prohibida para cualquier vehículo, incluyendo los coches.
En caso de que el coche quede varado, la DGT recomienda utilizar la calefacción y no abandonar el vehículo a menos de que podamos refugiarnos.
Además es aconsejable, en la medida de lo posible, aparcar el vehículo lo más orillado posible a los extremos de la vía para facilitar el paso de los vehículos quitanieves.
Consejos para conducir sobre nieve o hielo
Siempre que la temperatura exterior baja de los 7ºC, los neumáticos de verano (los más habituales en España) empiezan a ver mermadas las prestaciones y su adherencia. No obstante, con temperaturas inferiores a 4ºC el riesgo pasa a ser extremo.
Así, con temperaturas cercanas a cero, puede llegar tanto la nieve como el hielo, que sobre el firme supone una más que mermada adherencia. Si además sumamos la sal o la suciedad del asfalto, obtenemos un cóctel muy peligroso.
Sin embargo, podemos minimizar riesgos siguiendo una serie de recomendaciones al volante.
- Suavidad ante todo: con nieve hay que evitar siempre ser bruscos al volante, por lo que debemos manejar suavemente tanto la dirección como los pedales (acelerador y freno). Este último nunca se debe pisar a fondo y hay que ir dosificándolo con suavidad. En la medida de lo posible evitaremos usarlo y aprovechar el freno motor.
- Marchas largas: cuando empieza a acumularse nieve en la carretera lo ideal es circular en la marcha más larga posible. Con cambio automático, es recomendable seleccionar los modos "Snow" o "Winter" (si nuestro coche dispone de los mismos), pues suaviza los programas.
- Incrementar la distancia de seguridad: el coche nunca va a frenar en nieve con la misma precisión y agarre que en seco (se ve aún más mermado que sobre mojado), así que es imprescindible aumentar la distancia con el vehículo que nos precede. La DGT aconseja, como mínimo, una distancia de 100 metros entre vehículos.
- Aprovechar la rodaduras de otros vehículos: ya que la nieve cubre la carretera y oculta las marcas viales.
- Ojo al hielo: es tan resbaladizo como el aceite y puede significar pérdida de control total, independientemente de las ayudas electrónicas del automóvil. En las zonas sombrías, con menos de 4 ºC y si hay agua, se pueden generar las temidas placas de hielo. Por lo tanto hay que evitar en la medida de lo posible las zonas sombrías u orientadas al norte, pues podemos encontrar hielo escondido.
- Mantener la calma: es lo primero que debemos hacer frente al hielo o la nieve, si nos ponemos nerviosos tenderemos a realizar maniobras bruscas que es el peor enemigo en estas situaciones.
- Anticipación: lo ideal es anticiparse y ser precavidos, por lo que ante un tramo nevado ya deberemos haber bajado previamente la velocidad y aumentado la distancia de seguridad.
Si se pisa una placa de hielo, lo aconsejable es levantar suavemente el pie del acelerador, a la par de tratar de controlar la trayectoria con movimientos suaves del volante. De nuevo si se debe frenar, ha de hacerse con mucha suavidad pero lo suyo es evitar pisar el pedal.
Aparcar el coche y nieve
De igual manera, es recomendable tomar una serie de precauciones si vamos a dejar el coche aparcado en la calle y va a nevar, pues puede afectar a algunos componentes.
- Cubrir el parabrisas: una manera sencilla para que no tengamos que eliminar la nieve de la luna delantera, así como rascarla, es dejarla cubierta, ya sea con un cartón o una manta gruesa. Además, los limpiaparabrisas pueden congelarse y quedarse pegados, por lo que es aconsejable dejarlos levantados o, al menos, separados del cristal.
- Cuidado con la batería: este componente se ve afectado a bajas temperaturas y si ya tiene cierto uso al coche le puede costar más arrancar en frío. Comprobar el estado de la carga es por tanto importante en este supuesto, a cuanto más carga menos riesgo de quedarnos sin ella. También se puede minimizar el frío abrigando el compartimento de la batería.
- No tensar en exceso el freno de mano: si baja mucho la temperatura, este elemento se congela y puede costar mucho quitarlo. Se puede dejar una marcha engranada para una mayor seguridad.
- Evita aparcar bajo zonas arboladas: si se acumula mucha nieve sobre las ramas, éstas pueden romperse y acabar cayendo sobre el coche, dañando la carrocería o las lunas.
Y si nos vemos obligados a circular...
Si no tememos más remedio que conducir y está nevando, o hay riesgo de nevadas, también es aconsejable seguir una serie de indicaciones. Aunque lo ideal con un temporal de nieve es no coger el coche.
- Depósito lleno: quedarse sin combustible es uno de los mayores peligros con nieve, ya que si nos quedamos varados no podremos por ejemplo activar la calefacción del coche y, cuando se vaya a retirar tendrá que ser remolcado.
- Llevar agua y comida: por precaución, ante la posibilidad de quedarnos atascados, es más que recomendable disponer tanto de agua como de algún tipo de alimento, pues se pueden pasar muchas horas encerrado en el coche.
- Teléfono móvil cargado: que nuestro móvil tenga batería es fundamental. Ante cualquier imprevisto, lo suyo es contar con una batería externa, o 'power bank', que nos permitirá cargarlo sin recurrir a la energía del coche (ya sea en la toma de 12V, en enchufes o puertos USB).
- Manta o ropa de abrigo: llevar una manta en el maletero es ideal, pues en el caso extremo de quedarnos varados podremos calentarnos con ella, aunque también vale la ropa de abrigo. Eso sí, no se recomienda conducir con el abrigo puesto, pues limita los movimientos y resta eficiencia al cinturón de seguridad.
- Cadenas: si el coche no tiene neumáticos de invierno (o all season adecuados para nieve en su defecto), disponer de este elemento y llevarlo en el maletero es esencial, pues así podremos seguir circulando incluso en nivel rojo. Y para ello hay que saber ponerlas, lo que se puede solucionar siguiendo las instrucciones del coche o mediante vídeos explicativos.
- Informarse previamente: consultar el estado de las carreteras de la ruta es más que recomendable. La DGT informa del mismo en tiempo real en este enlace.
En Motorpasión | Consejos de mantenimiento del coche en invierno: las revisiones que mejor protegen tu vehículo | Qué daños cubre el seguro del coche ante una borrasca como Filomena: lo que debes saber