El viento es uno de los fenómenos atmosféricos que más peligrosos pueden resultar para la conducción. Así lo señala la DGT, sobre todo si sopla lateralmente y a ráfagas respecto la vía, o en general a rachas fuertes, pues puede comprometer notablemente la estabilidad del vehículo e incluso hacernos perder su control.
Ahora que llegan las estaciones frías, el viento fuerte se puede dar con más frecuencia. Y este fenómeno atmosférico puede ocasionar dos temidos efectos cuando vamos circulando en carretera: el efecto pantalla y el efecto tijera.
Efecto pantalla: cuidado con los "parapetos" de la carretera
Uno de los efectos más habituales en conducción ocasionados por el viento es el que se conoce como efecto pantalla que la DGT define como "interrupción temporal del viento".
Se produce cuando sopla viento lateral (es decir, perpendicular a la vía) y un objeto voluminoso lo tapa de forma momentánea: al salir de esta cobertura el "empujón" del viento puede desplazar nuestro coche o vehículo lateralmente, variando su trayectoria.
Y ello se puede traducir en la invasión de otro carril, siendo especialmente peligroso si es en dirección contraria, o bien ocasionar una salida de vía.
¿Qué puede ocasionar el efecto pantalla? El efecto parapeto del viento se puede producir al adelantar o rebasar a un vehículo voluminoso como un camión, una furgoneta grande o un autobús. Pero también al salir de un túnel o de una zona cubierta por edificios o bien al pasar por debajo de un puente o un paso elevado.
¿Cómo podemos neutralizarlo? En días con viento, lo primero es ser conscientes de que en dirección sopla el aire: la vegetación situada junto a la calzada o bien las mangas de viento nos permitirán saber si sopla lateralmente desde la izquierda o la derecha.
Y a su vez, conocer este efecto para actuar en consecuencia: ya sea si salimos de una zona resguardada por un túnel, edificios o puente, o si adelantamos un camión o autobús, lo recomendable es girar levemente el volante en sentido contrario a la dirección en la que sopla el viento.
Así, ayudaremos a paliar el empuje del aire evitando que afecte a lo menos posible a nuestra trayectoria.
Efecto tijera: extrema las precauciones con un remolque
El viento en la conducción afecta más o menos dependiendo del vehículo con el que circulamos dependiendo de su aerodinámica, volumen o peso.
Así, hay un efecto que se produce en un caso concreto: cuando circulamos con un remolque enganchado al coche o bien en el caso de los vehículos articulados como los camiones. Es el denominado efecto tijera.
¿Qué produce el efecto tijera? Al ser golpeado lateralmente por el viento, el remolque puede girarse hacia el coche o la cabeza tractora del camión. Y es notablemente peligroso ya que puede arrastrar el vehículo, impactar contra otros vehículos que estén circulando o incluso volcar, con el riesgo que ello supone.
¿Se puede neutralizar? La DGT recomienda que en días de fuerte viento, se evite viajar o circular arrastrando un remolque o por ejemplo una caravana ya que puede afectar notablemente a la estabilidad del conjunto llegando al temido efecto tijera.
No obstante, si no hay más remedio, o nos sorprende de improviso en una zona dada, podemos adoptar una serie de precauciones. Lo principal reducir la velocidad, pero también se deberá ir vigilando los movimientos del remolque arrastramos.
Además, este efecto se puede minimizar o evitar gracias a la tecnología. Es el caso del sistema de control de estabilidad de remolque que ya ofrecen numerosas marcas en sus coches (normalmente como opcional).
Este actúa junto a los sistemas de control dinámico del coche, monitorea la estabilidad del remolque e interviene en los frenos para mantenerla. En caso extremo, si se sobrepasa el límite de seguridad y detecta posible riesgo de que produzca el efecto tijera, frena más acusadamente para neutralizarlo.
Sistemas de asistencia activa (ADAS) como el aviso activo por salida involuntaria de carril, el sistema de mantenimiento de carril, ayudan a neutralizar los efectos del viento ya que corrigen automáticamente la trayectoria del vehículo.
¿Qué aconseja la DGT para conducir con viento fuerte?
El viento puede afectar a la conducción dependiendo de su velocidad (fuerza) y de la dirección en la que sople. Por ejemplo, si lo encontramos de frente nos retendrá a la hora de avanzar, pero si lo llevamos a favor puede favorecer que vayamos a mayor velocidad, siendo especialmente peligroso en descensos.
Sea como fuere, tal y como señala la DGT hay que tener especial cuidado cuando sopla a ráfagas o lateralmente, pues es cuando más puede comprometer la seguridad de la marcha.
- Mejor más despacio. Una velocidad muy elevada no es buena compañera del viento ya que, cuanto más despacio se circule menor será el desplazamiento lateral si nuestro coche es golpeado por una ráfaga de aire.
- Firmes pero delicados al volante. Al ser sorprendidos por rachas fuertes de viento, siempre se ha de sujetar con firmeza el volante pero a su vez evitar los movimientos bruscos, ya que el viento fuerte puede multiplicar la reacción del coche y favorecer los bandazos.
- Revoluciones más altas. Con viento, se recomienda circular con un régimen alto de revoluciones, ya que el control sobre el coche es mayor. Así, podemos ajustar una marcha inferior a la habitual con la que circulamos a esa velocidad. Recuerda que en los automóviles automáticos se puede también regular mediante la palanca o las levas del volante.
- Siempre por el centro del carril. Dado que el aire puede desplazar el coche o vehículo, lo aconsejable es que vayamos lo más centrados posibles en el carril. Y especialmente si estamos circulando por una carretera con varios sentidos de circulación, como por ejemplo una convencional.
- Cuanto más aerodinámico, mejor. En vehículos elevados o voluminosos, el viento afecta mucho más por ejemplo en una furgoneta o sobre una autocaravana. Siempre debemos tener claro cuáles son las particularidades del vehículo que conducimos y obrar en consecuencia.
No obstante, también su efecto será más acusado en un turismo si por ejemplo lleva equipaje en el techo. Si no tenemos más remedio que portar carga más allá del maletero, lo recomendable es optar por un cofre o baúl cerrado en vez de llevarla simplemente atada a la baca, ya que que están diseñados para ofrecer la menor resistencia al viento posible.
- Ojo a la carga. En caso de llevar esquís o bicicletas u otra carga cualquiera fuera del coche (ya sea en un soporte de techo, en la zona trasera o en un remolque), con viento fuerte hay que poner más cuidado si cabe en que los objetos vayan firmemente sujetos, pues podrían salir despedidos con el peligro que ello entraña.