La Autoridad Metropolitana del Transporte de Nueva York (MTA por sus siglas en inglés) estrenó en agosto una nueva tecnología para controlar el uso ilegal de los carriles bus y aparcamientos indebidos: un avanzadísimo sistema de cámaras inteligentes operadas por IA montadas en los autobuses urbanos.
Unos 1.000 autobuses ya llevan estos dispositivos, que buscan evitar que se bloqueen los carriles bus en una ciudad que vive en un atasco continuo. Desde entonces, se han disparado las multas: más de 293.000 sanciones en solo tres meses, recaudando casi 21 millones de dólares. Parte de ese montante volverá al bolsillo de los conductores: han tenido que anular casi 4.000 de estas multas porque la IA estaba multando mal.
Cuando automatizar demasiado a golpe de IA sale regular
La cifra de sanciones cosechadas por este recién llegado sistema son notables: respecto a 2021 han aumentado un 570 %, pasando la recaudación de 4,3 millones de dólares a 20,9 millones de dólares. El objetivo del MTA es equipar hasta 2.000 autobuses con estas cámaras por IA. Ya las llevan 1.020 autobuses respecto a los 620 que las estrenaron en agosto.
La inversión ha sido notable: una partida de más de 140 millones de dólares en total adjudicadas a dos empresas diferentes. A cambio, la recaudación irá amortizando la inversión, a razón de entre 50 dólares y 250 dólares por multa.
En una ciudad que suele estar siempre atascada tiene mucha importancia que no se bloqueen los carriles bus, para que los vehículos que prestan servicio público no se eternicen en sus rutas. De hecho el MTA presume de que el tiempo de los trayectos se ha reducido un 5 % gracias a esta medida. Pero la ejecución del sistema en sí no ha sido precisamente buena.
3.800 sanciones anuladas y conductores multados varias veces en un solo día. Estás cámaras están operadas por un sistema de IA sin intervención alguna del conductor de autobús: se programa cómo y dónde deben multar automáticamente, enviando la denuncia para su tramitación. Supuestamente, los agentes de tráfico (u operarios del MTA) están encargados de chequear que las multas sean correctas, y que realmente se ha cometido una infracción.
Pero, según publica NBC, esta red de vigilancia ha multado erróneamente a miles de conductores: concretamente, a cerca de 3.800 coches por supuestamente bloquear los carriles específicos de autobuses. De las mismas, casi 900 se impusieron a coches, modelos SUV y pick-ups, que estaban aparcados en zonas legales.
Según ha trasladado la autoridad metropolitana a NBC, el problema es que las cámaras no habían sido programadas correctamente.
Por ejemplo se había mapeado como ilegales plazas de estacionamiento que no lo son, aunque interrumpen de forma intermitente el carril bus por el que discurre la línea M79, que cruza Manhattan de oeste a este a la altura de Central Park. Además, también emitieron multas en otra ruta recién implantada y que estaba en periodo de aviso, y por tanto libre de sanciones para los conductores.
El resultado ha sido ese aluvión de multas, con conductores recibiendo hasta varias denuncias el mismo día. "Al principio no me preocupé porque conozco las normas de estacionamiento y aparcar en estos estos lugares es legal", señala uno de los múltiplemente sancionados. Pero las multas le han seguido llegado. "Ya tengo unas diez". Pero la denuncia va a acompañada de una imagen que demuestra que había aparcado correctamente.
Como es lógico, la MTA ha tenido que anular todas estas multas erróneas y devolver su importe a los conductores. Además, ha asegurado que ya ha corregido el mapeo y la configuración de la IA que ha ocasionado estas miles de denuncias mal aplicadas.
Este capítulo también viene a demostrar que fiar a la IA tareas y limitar demasiado las manos (y ojos) humanos puede salir mal. La autoridad de transporte no ha querido detallar cuantos operarios tiene destinados a comprobar que las denuncias son correctas. Pero dado el resultado, claramente no son suficientes.