El SEAT 600 fue un coche que cambió por completo a España desde que salió de la fábrica de Barcelona la primera unidad, el 27 de junio de 1957. Su llegada al mercado supuso para muchos españoles la posibilidad de adquirir por fin un vehículo propio, dejando de lado el transporte colectivo como solución de movilidad.
Hoy en día hay gente que sigue teniendo un SEAT 600 y que lo utiliza, y esto es lo que nos cuentan sobre él dos personas que continúan manteniendo un coche de más de 60 años.
A nivel mecánico, el SEAT 600 era un coche extremadamente sencillo. En las primeras generaciones montaba un motor de cuatro cilindros y 633 cc que solo desarrollaba 21,5 CV a 4.600 rpm, un motor muy básico aunque contara ya con refrigeración líquida.
Con el paso de los años la cilindrada aumento hasta alcanzar 767 cc, y la potencia llegó a los 28 CV a 5.500 rpm, lo que sin duda significó todo un despliegue de medios para mover los poco más de 600 kg de peso que daba en la báscula.
A pesar de su sencillez de fabricación, hay una serie de puntos que todo amante de los SEAT 600 debe tener en cuenta a la hora de mantenerlo, si lo que quiere es utilizarlo de forma habitual y circular con él.
Debes prestar atención a estos puntos para tener un SEAT 600 circulando
El depósito de combustible, que inicialmente tenía 27 litros de capacidad y luego creció hasta los 30 litros, merece cierta consideración. Has de prestar atención de que esté en perfectas condiciones, sin fugas ni humedades o corrosiones internas.
En cuanto a la puesta a punto, tres elementos reclaman nuestra atención: platinos, condensador y bujías. Si consigues tenerlos en orden, es muy probable que tengas pocos quebraderos de cabeza a nivel mecánico.
Utilizar un aceite de motor con el grado adecuado, que es 20/50, es otro de los puntos esenciales de cara a mantener el motor en perfectas condiciones.
Antonio es uno de tantos conductores que creció conduciendo un SEAT 600, y aún hoy mantiene y se mueve con relativa frecuencia en uno de los coches que pasaron por su familia. De hecho, no duda en decir que "es el coche que ha marcado mi vida. Recuerdo los viajes en familia dentro del 600 como auténticas experiencias vitales, porque allí dentro todo se vivía de forma muy intensa".
En cuanto a lo que debemos tener en cuenta a la hora de plantearnos tener un SEAT 600, es tajante: "Hoy en día la gente está muy acomodada, ya no es habitual que los coches se estropeen y nadie sabe ni siquiera coger una llave inglesa", reflexiona, y enseguida advierte: "Si vas a andar con un SEAT 600 debes estar preparado para todo y no tener prisa"*. Aunque luego matiza que el 600 "no es habitual que se estropee si le haces un mantenimiento periódico correcto en un taller que sepa del tema".
El radiador del agua es otro elemento al que hay que prestar atención. Debe estar bien limpio, y de esta manera es más probable que refrigere bien el motor para que no suframos averías mecánicas por excesos de temperatura.
Debido a la falta de espacio en el vano motor, el radiador va situado al lado del bloque. Se enfría por medio de una una bomba de agua que se acopla al motor a través de un brazo, en cuyo centro gira el ventilador, orientado a contramarcha.
Por último, hay que tener en cuenta la edad del coche y el posible desgaste de elementos como los bujes y palieres. Estos elementos, junto a los frenos y amortiguadores, son imprescindibles para que conducir a diario un SEAT 600 sea algo más que un ejercicio de fe y un viaje hacia atrás en el tiempo.
¿Dónde puedo encontrar recambios para un SEAT 600?
Para triunfar en la labor de mantenimiento de un SEAT 600 y poder usarlo a diario en la actualidad, encontrar los recambios adecuados es la clave.
SEAT ya no dispone de recambios oficiales para un 600 en las áreas de postventa de sus concesionarios, lo cual es lógico, teniendo en cuenta la edad que tienen los SEAT 600 que todavía hoy se siguen moviendo por España. Sin embargo, hay muchas empresas que se han especializado en recambios para este coche clásico.
Firmas como Atrezzauto, Blackcat Garage, Recambios Martorell, Recambios Pascual, o Recambios Tamarit, por citar solo algunas, cuentan con stock suficiente como para abastecer de casi cualquier pieza que pueda necesitar el propietario de un SEAT 600.
Es un vehículo histórico
A nivel legal, debemos tener en cuenta algunos aspectos. El principal, bastante obvio, es que el vehículo tiene que cumplir con toda la normativa vigente, y disponer de todos los requisitos legales para poder circular.
Un factor importante que debemos tener en cuenta es que, por su antigüedad, el SEAT 600 se puede catalogar como vehículo histórico. Y en calidad de tal, disfrutará de una serie de ventajas que nos harán la vida más fácil.
Los vehículos históricos deben tener una antigüedad mínima de 30 años, y tienen que estar conservados o restaurados siempre manteniendo la originalidad del mismo. Así pues, dentro de los vehículos históricos no se admiten modificaciones ni tuning, aunque sea de época.
Por otro lado, los vehículos catalogados como históricos deben someterse a las inspecciones técnicas periódicas en las condiciones establecidas para su catalogación según el Reglamento de Vehículos Históricos, aprobado por Real Decreto 1247/1995, de 14 de julio.
La frecuencia mínima que se establece es la siguiente:
- Vehículos de hasta 40 años: cada dos años.
- Vehículos de 40 a 45 años: cada tres años.
- Vehículos de más de 45 años: cada cuatro años.
Al catalogar un SEAT 600 como histórico, se le emite una matrícula específica de esta clasificación, con una H como distintivo de vehículo histórico. Eso significa que el coche pierde esa bonita placa de matrícula con distintivo provincial que tan bien le sienta al 600, y que tanto hace a la hora de que el coche mantenga su originalidad.
Sin embargo, existe una alternativa, y es que se coloque en la parte trasera del vehículo un distintivo en forma de óvalo amarillo con la inscripción VH en negro. De esta manera, el 600 puede conservar su matrícula original. Lógicamente, si utiliza la matricula de vehículo histórico, no es necesario utilizar este distintivo.
Aunque no es algo probable en el caso de un SEAT 600, si el vehículo procediese del extranjero también se le asignarían dos matrículas: la específica de vehículo histórico, con la H, y una moderna, con numeración actual.
Juanjo y el SEAT 600 E que se compró por practicidad
El caso de Juanjo, natural de Pamplona y residente en Madrid, donde trabaja como directivo de recursos humanos de una gran multinacional, es un perfil curioso entre los propietarios de SEAT 600. "Acabé teniendo un SEAT 600 por casualidad, podríamos decir", nos explica.
Juanjo siempre había tenido ganas de tener un coche clásico, "y el 600 fue el que mejor encajaba con mi presupuesto y aspiraciones". Así lo asegura, descartando por tanto cualquier vínculo sentimental con el pequeño utilitario español.
"Cuando empecé a buscar un clásico que pudiese encajar con mi presupuesto, que no superaba los 2.000 euros, me apetecía el SEAT 850, pero había pocos". De esta manera Juanjo amplió su búsqueda. "Enconces valoré el Volkswagen Beetle y el SEAT 600, porque eran los dos modelos de los que había mayor oferta".
¿Por qué se decantó por el pequeño utilitario de SEAT? Sencillo: puso a prueba ambos coches: "Cuando fui a probar el Beetle, en una rotonda en pleno apoyo se me abrió la puerta y casi salgo volando, así que decidí que el 600 era mi coche". Sin más.
Juanjo utiliza su SEAT 600 de forma habitual. No como coche de diario, pero sí como segundo coche "para bajar al centro de Madrid, para salir de excursión los domingos...". Asegura que sus hijos disfrutan "un montón" cada vez que montan en el coche: "es una experiencia única", sentencia.
Su primera experiencia con el SEAT 600 se le quedó grabada: "Recuerdo que llovía, y tuve que frenar en un paso de cebra porque unos peatones iban a cruzar", relata, mientras establece comparaciones con los coches actuales: "Acostumbrado a los frenos de los coches modernos con ABS y demás, recuerdo que tuve que hacer muchísima fuerza para que el coche se detuviese justo antes del paso de cebra".
Estas diferencias se manifiestan también en detalles que a veces pasan desapercibidos: "También recuerdo que me llamó mucho la atención lo poco que limpiaban los limpiaparabrisas, tanto en superficie total como la velocidad tan lenta con la que se movian, que por cierto iba más rápido cuanto más rápido iba el coche".
En cuanto al mantenimiento del SEAT 600, Juanjo confirma lo que todo el mundo dice: "No he tenido que hacerle nada a nivel mecánico más allá de los retoques que yo quise hacerle, como cromar los tapacubos, ponerle la bigotera o cambiar los espejos retrovisores porque los que traía cuando lo compré, cuando cogía velocidad se doblaban hacia dentro".
Todo esto lo explica en pasado, porque hace un tiempo Juanjo vendió su coche: "Después de haberlo disfrutado 4 años, ya empezaba a ser una carga sacarlo, tenerlo en orden de marcha, pasar la ITV, y eso a pesar de que mis hijos me suplicaban que no lo vendiese". En esta caso, la visión pragmática venció a la visión emotiva.