Una gran mayoría de accidentes comienzan por un error humano. Y muchos de los que protagonizan coches y bicicletas ni siquiera suceden entre el tráfico sino que son golpes producidos cuando, al abrir la puerta para bajarnos de nuestro vehículo, alcanzamos sin querer a un ciclista que pasaba por nuestro lado.
Pero para evitar este tipo de incidentes basta con un gesto, conocido como 'gesto holandés'. Se trata de una alternativa para abrir la puerta sin peligro originaria de los Países Bajos, y que ahora recomienda la Guardia Civil desde sus redes sociales.
Un gesto tan seguro como natural
En 1970, y ante las elevadas cifras de siniestralidad entre el colectivo ciclista, el gobierno holandés observó que la mayoría de estos incidentes tenía un esquema común: un ciclista se aproxima a un coche aparcado, cuyos ocupantes abren de repente sus puertas golpeándole u obligándole a cambiar de trayectoria improvisadamente.
Para cortar de raíz las heridas e, incluso, muertes que causaban estos accidentes, las autoridades crearon un gesto corrector que consiste en abrir la puerta utilizando siempre la mano más alejada de ésta.
Un ejemplo: una vez detenidos y desde el asiento del conductor, tomamos con la mano derecha el tirador interior de la puerta, que estará situado a nuestra izquierda. Con sólo realizar el movimiento del brazo, nos veremos obligados a girar el torso hacia la puerta, incluyendo la cabeza y nuestra mirada.
Desde esta nueva posición, nuestro campo visual nos permite darnos cuenta de lo que ocurre por detrás del coche y cerca de su parte lateral, incluyendo los posibles ciclistas o peatones que se nos aproximen. Así, tenemos fácil abrir la puerta sólo cuando la zona esté despejada.
Además de en Holanda, este gesto también se ha convertido en ley en otros países como el Reino Unido. En España todavía no es así, pero la última reforma de la Ley de Tráfico ya recoge sanciones con multas de hasta 260 euros (sin pérdida de puntos) para quienes abran las puertas sin cuidado.
Foto | Cycling UK |