Hay que reconocer que los chicos de Renault se han puesto las pilas en conseguir el objetivo marcado por Francia para 2020 (conseguir vehículos que dejen el consumo NEDC en 2 l/100 km). Tanto es así, que han duplicado resultados: un litro, y va que chuta. Habrá que reconocerles también, por tanto, el trabajo bien hecho en materia de hibridación. Lentos, pero seguros.
No es un mérito novedoso, si atendemos a lo que nos recuerdan en Le Point: el Renault Vesta II se enfrentó en el siglo pasado y con la tecnología de su momento a lograr una cifra que hoy nos sonará a chiste, pero que entonces era el no va más de la eficiencia de consumos: 3,0 l/100 km. Sí, el triple que lo que anuncia el Renault Eolab. Pero calma, que lo del Vesta II fue en 1987.
Todo vino por una petición del Ministerio de Industria de Francia, que en 1980 lanzó el reto de conseguir un vehículo que consumiera un máximo de 3 l/100 km de forma ponderada a velocidades de 90 y 120 km/h. El resultado fue el Véhicule Econome de Systèmes et Technologies Avancées (Vehículo Económico de Sistemas y Tecnologías Avanzadas), que se quedó en Vesta, también como homenaje indirecto pero resultón hacia la diosa romana del hogar.
27 CV para 725 kg de chapa fina
Longitud | Anchura | Altura | Masa | Cx |
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3.540 mm | 1.540 mm | 1.300 mm | 473 kg | 0,186 |
Una de las grandes bazas de aquel ahorrador estaba en los materiales empleados, con los que se conseguía una tara realmente ligera. Diseñado en forma de gota para favorecer el comportamiento aerodinámico, el Vesta II contaba con un chasis de fibra de vidrio y resina, con el que obtenía una reducción de masas del 25 % frente a otros prototipos de la época. La chapa de su capó era extraordinariamente fina, y sus lunas, que estaban fijadas con clavos, tenían un grosor de sólo 2 mm.
El Renault Vesta II montaba un motor OHC de tres cilindros y 716 cc que entregaba un máximo de 20 kW (27 CV) a 4.250 rpm con un par motor máximo de 5,7 mkg (56 Nm) a 2.250 rpm con el que alcanzaba los 138,2 km/h. Si el objetivo inicial era lograr un consumo de 3,0 l/100, el Renault Vesta II logró en un recorrido de París a Burdeos la espectacular cifra de 1,94 l/100 km a una velocidad media de 100,9 km/h. Es decir, que sí: se adelantó al Renault Eolab en eso de fulminar expectativas.
En su día, l'Automobile Magazine comparó las cifras del Vesta II con las del utilitario más económico de la marca del rombo, el Renault Supercinco SL, modelo que era además la referencia en cuanto al nivel de acabados interiores que debía tener el Vesta II. Frente al Supercinco SL, que montaba un motor de 1.108 cc y 47 CV y tenía una masa de 725 kg, el Renault Vesta II consiguió una reducción de consumos enorme en casi cualquier situación, ya fuera a velocidad constante o variable:
Consumo por velocidad: | Renault Vesta II PV9 | Renault Supercinco SL |
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50 km/h | 1,6 l/100km | 3,10 l/100km |
70 km/h | 1,75 l/100 km | 3,65 l/100 km |
90 km/h | 2,15 l/100 km | 4,45 l/100 km |
110 km/h | 2,60 l/100 km | 5,45 l/100 km |
130 km/h | 3,30 l/100 km | 7,15 l/100 km |
Ciudad | 4,25 l/100 km | 7,29 l/100 km |
Carretera | 2,81 l/100 km | 5,85 l/100 km |
Del Renault Vesta II se fabricaron en total seis unidades, marcadas con las denominaciones PV4 a PV9. A esta última unidad pertenecen los datos publicados, y la podemos ver a continuación en movimiento, en el banco de pruebas y conceptualmente diseccionada para el recuerdo: