Las novedades en Ginebra no paran, y aún nos faltan algunas que contaros, como es el caso del Renault R-Space. Se trata de un prototipo que adelanta las futuras características que tendrá el monovolumen pequeño de la marca francesa.
Al igual que el Ford B-Max, este monovolumen de 4,25 metros, no tiene montante central, y sus puertas traseras se abren en el sentido contrario a la marcha. Desde un punto de vista mecánico también adelanta algunas novedades.
Para empezar lleva un motor TCe de gasolina de tres cilindros y 0.9 litros que desarrolla una potencia de 110 CV. Va asociado a una caja automática de doble embrague que Renault llama EDC. Con este motor el Renault R-Space tiene un consumo bajo: 3,7 litros cada 100 kilómetros.
Este dato se consigue gracias a algunas técnicas novedosas orientadas a reducir lo máximo posible el consumo. En primer lugar “la inyección se realiza directamente en la cámara de combustión y bajo alta presión. Esto permite llevar la combustión a su nivel más eficaz combinada con bujías de radiofrecuencia que aumentan el volumen de la chispa hasta 1.000 veces con respecto a un sistema convencional“.
En segundo lugar, gracias a la tecnología EGR Boost, los gases de escape son recuperados tras su paso por la turbina y el sistema de post-tratamiento. Después, estos gases se enfrían y “son reintroducidos mezclados con el aire anterior al turbo, recorriendo el circuito de refrigeración del aire hasta la cámara de combustión para diluir la mezcla aire-carburante“.
Según Renault la ventaja que tiene este sistema es que se reduce la temperatura de combustión y se aumenta la compresión, lo que se traduce en un menor consumo y en mejores cifras de emisiones.
Nos quedan tres sistemas por nombrar: Start/Stop, bomba de aceite de caudal variable y un sistema de termogestión, mediante el cual es motor alcanza una temperatura óptima más rápidamente después de arrancarlo estando frío, reduciendo los rozamientos internos ya que el aceite alcanza antes una viscosidad adecuada.
En definitiva, toda una serie de medidas, que esperemos acaben incorporándose en los coches que conduzcamos mañana, si queremos seguir teniendo el actual modelo de movilidad (no digo que sea el mejor, pero está claro que si los precios del carburante siguen subiendo, pronto será imposible para muchos permitirse tener un coche propio).
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