Probamos el Subaru Crosstrek, una propuesta única con etiqueta ECO a medio camino del compacto y del todoterreno que merecería un motor más frugal

Nota de Motorpasión

Imagina un Subaru Impreza con una altura más elevada con un aspecto de aventurero y todoterreno. Eso es exactamente lo que Subaru ha hecho con el XV, lanzado en 2012 y rebautizado como Subaru Crosstrek. Un nuevo nombre para una nueva generación del modelo, justificada por una profunda optimización a todos los niveles, empezando por una motorización microhíbrida que le permite lucir la etiqueta ECO.

Hace apenas unos años, no faltaban en el mercado este tipo de modelos. Del Audi A4 Allroad al VW Golf Alltrack, casi todas las marcas proponían un modelo de asfalto al estilo todocamino y con tracción integral. Todos ellos han desaparecido de sus catálogos, de modo que hoy en Europa prácticamente sólo queda el Dacia Sandero Stepway. Un modelo que conserva el aspecto aventurero pero que carece de tracción integral. El Subaru Crosstrek es un superviviente.

Subaru Crosstrek: la tracción integral y su robustez son sus bazas

En Subaru, la cultura de la diferencia siempre ha estado en los genes. Este discreto fabricante apuesta por soluciones técnicas poco habituales. Por ejemplo, todos sus motores tienen una arquitectura bóxer (con los cilindros dispuestos en plano), una elección justificada en gran medida por un centro de gravedad más bajo.

Desde hace más de 50 años, Subaru también equipa casi todos sus modelos con tracción total, lo que los hace muy populares en países como Suiza, donde las condiciones climáticas no siempre facilitan la movilidad. Y sin embargo, en España, tras la época dorada de los Subaru Impreza WRX STi que arrasaba con todos los títulos en rallyes, la marca ya no acapara los titulares.

Aun así, la marca persiste en proponer modelos con tracción integral y motor bóxer a pesar de no ser una configuración que pueda llegar al mayor número de clientes en España. Su última propuesta es el Crosstrek.

Este sustituto del XV, el modelo más vendido de la gama que llegó al mercado en 2017, es en realidad una gran evolución de este último. Por ejemplo, mide prácticamente lo mismo, siendo sólo 10 mm más largo y 5 mm más alto. Y estéticamente, no ha cambiado mucho. Sus líneas no son precisamente actuales, pero eso no es lo que buscan los clientes de Subaru, nos aseguran desde la marca.

Aunque el exterior ha cambiado poco con respecto al Subaru XV, (faros rediseñados, calandra más grande), el habitáculo evoluciona de forma más notable al modernizarse. Los asientos tienen un nuevo mullido que aporta confort -y son realmente cómodos-, y los materiales utilizados son de mejor calidad percibida que antes.

El habitáculo no es lo que se dice lujoso, pero los interruptores tienen un tacto agradable y los materiales parecen hechos para durar. No me cabe duda que el Crosstrek tendrá tan buen aspecto dentro de cinco años como el día que salió de fábrica.

En el salpicadero destaca una gran pantalla de 11,6 pulgadas que controla un sistema multimedia ya visto en el Outback, compatible con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica. Un punto a su favor es que la marca sigue fiel parcialmente a los mandos físicos fáciles de usar, como para el climatizador, aunque la potencia del aire sólo se regula en la pantalla táctil.

Otro de sus puntos a favor es la habitabilidad. Sin llegar a ser una referencia del segmento, el espacio es generoso tanto en las plazas delanteras como traseras, con un buen espacio para las piernas. Son plazas muy cómodas, salvo para quien mida más de 1,80 m o 1,85 m, donde el techo bajo mermará notablemente el confort. Y especialmente para quien tenga que ir en la plaza central. Estrecha, dura y con el túnel de transmisión en medio, esa plaza no debería ni existir.

En un coche de 4,50 m de largo, podría uno esperar un habitáculo un poco más espacioso aún. Una afirmación especialmente válida cuando abrimos el maletero. Tiene una capacidad de sólo 315 litros (un SEAT Ibiza de 4,05 m propone 355 litros) con una pobre altura bajo bandeja.

Un SUV de lo más tranquilo

La gran baza del Crosstrek son sus 22 cm de altura libre al suelo, que le permiten aventurarse fuera del asfalto, ayudado por su sistema de tracción integral permanente que envía el 60% de la potencia al eje delantero. Por si fuera poco, el Subaru está equipado con la función ‘X-Mode’, que optimiza el reparto del par motor mediante el motor eléctrico, tanto hacia delante como en marcha atrás.

Sin ser un auténtico todoterreno, por sus ángulos de ataque de salida, se defiende bastante bien y se puede meter por caminos muy difíciles en los que la mayoría de SUV se quedarían tirados. Por ello, quien viva en zonas rurales con muchos caminos o condiciones climáticas adversas tendrá en este Subaru, aunque rara vez utilice todo su potencial off-road.

En carretera, el motor híbrido no parece tener especialmente brio. El bóxer se revoluciona menos que en las generaciones anteriores, pero sigue subiendo de vueltas con más ímpetu que aceleración. Además, rara vez nos desplazaremos sólo con la energía eléctrica. Al final, tiene un efecto negativo en el consumo. Subaru anuncia una media en recorridos mixtos de 7,7 l/100 km, cuando en nuestra prueba la media se quedó en 8,3 l/100 km.

En ciudad, la conducción puede resultar un poco brusca, mientras que mejora notablemente a velocidad de carretera donde se vuelve muy cómodo. Aun así, todavía hay una firmeza inherente de la que es difícil deshacerse, es una pena, dado el potencial recorrido extra de la suspensión otorgado por la elevada altura al suelo del coche.

La contrapartida es un control de los movimientos de la carrocería admirable, unido a un agarre sin fallos de la tracción integral. En carretera, el nivel sonoro se me antoja un poco elevado por encima de 110 km/h.

Sin embargo, nunca será un coche con el que te gustará conducir rápido, principalmente porque no lo es, rápido. Tarda casi 11 segundos en alcanzar los 100 km/h y 10 segundos para pasar de 80 a 120 km/h; no es lo ideal para adelantar con seguridad. En ese aspecto estamos a merced de la transmisión CVT escalonada de Subaru. Usando las levas detrás del volante tampoco se consiguen los efectos de una caja de cambios convencional.

El Subaru Crosstrek frente a sus rivales

El Subaru Crosstrek responde a una demanda muy específica, la de una persona o familia que necesita un coche compacto con una tracción integral. Lo hace de manera sobresaliente, pero en detrimento de otros aspectos esenciales, como la versatilidad (el maletero es realmente pequeño para un coche de este tamaño) y el consumo, un tanto elevado para ser un etiqueta ECO de 136 CV.

A cambio, ofrece un equipamiento de serie muy completo desde el acabado de acceso (desde 32.500 euros) que en la versión tope de gama Touring (37.500 euros), que probamos aquí, se vuelve casi pletórico (asientos de cuero, calefactables, techo solar).

Así quien necesite más espacio a bordo o un maletero con más capacidad sin renunciar a la tracción integral y la etiqueta ECO podrá optar por el Suzuki S-Cross, disponible con un motor 1.4 turbo mildhybrid de 130 CV, desde 30.459 euros con cambio manual, y con un motor 1.5 full hybrid de 116 CV, desde 34.461 euros con cambio automático.

Subaru Crosstrek: nuestra valoración

7,0

Diseño exterior 6
Habitabilidad 6
Diseño interior 7
Calidad 7
Maletero 7
Motor 7
Seguridad 8
Comportamiento 7
Comodidad 8
Precio 7

A favor

  • Comportamiento dinámico
  • Confort de marcha
  • Acabados

En contra

  • Prestaciones muy justas
  • Consumo elevado en relación a las prestaciones
  • Nivel sonoro en aceleración


Con el Crosstrek, Subaru afirma una vez más su diferencia a pesar de un mercado poco favorable a este tipo de vehículos. Bien construido, este crossover de lo más tranquilo se merece una cadena cinemática más potente y menos bebedora para rendir realmente homenaje a la calidad de su diseño y desarrollo técnico.



Motor

Gasolina micro híbrido. 4 cilindros opuestos de 1.995 cc. Atmosférico

potencia máxima

136 CV

par máximo

182 Nm

transmisión

Cambio automático de variador continuo (CVT). Tracción integral permanente

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4.495 x 1.800 x 1.600 mm

batalla

2.670 mm

maletero

315 litros

peso

1.670 kg

80 a 120 km/h

10 s

0 a 100 km/h

10,8 s

velocidad máxima

198 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

7,7 l/100 km

consumo medio en prueba

8,3 l/00 km

ETIQUETA MEDIOAMBIENTAL

ECO

PRECIO (PRECIO UNIDAD PROBADA)

desde 32.500 euros (37.500 euros, acabado Touring)

El coche para esta prueba ha sido prestado por Subaru. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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