En su momento fuimos el primer medio de motor online español en probar el Porsche 911 GT3. Fue en Aldenhoven, Alemania, donde tuvimos ocasión de hacer una ruta de unos 130 kilómetros al volante de la que era, por entonces, la versión más extrema del 911. Aquella toma de contacto nos permitió sacar algunas conclusiones, como que estábamos ante el GT3 más confortable y práctico de la historia y que a nivel de efectividad, era difícil batirle.
Hace algunas semanas, justo antes de que se presentase el nuevo Porsche 911 Carrera y Carrera S, nos llamaron de Porsche para ofrecernos un GT3 durante dos días, un fin de semana completo. Como comprenderéis no pudimos decir que no a una escapada con semejante acompañante, y estas han sido las 7 conclusiones, 61 imágenes y el vídeo que hemos realizado tras 48 horas en las que solo nos hemos bajado de sus bacquets para ir al baño.
Launch control...en el 7:11
Una de las cosas que pasé por alto durante aquella toma de contacto en Alemania fue hacer un launch control, el sistema de salida lanzada derivado de los modelos de competición. En realidad fue solo una disculpa para tener un motivo para ponerme de nuevo al volante del GT3.
Tras dejar mi cuerpo pegado al asiento durante la salida launch control, os aseguro que jamás olvidaré la sensación de subir de vueltas el motor desembragado hasta las 7.000 RPM, escuchar el zumbido del motor atmosférico con su peculiar “ta, ta, ta”, soltar el freno y salir disparado hacia adelante mientras las descomunales ruedas traseras de 305 de ancho tatúan el asfalto. Creo que, junto con el del Nissan GT-R, es el launch control más brutal que he sentido jamás.
Barras antivuelco sin sobreprecio
Coches deportivos hay muchos, algunos lo son de verdad y otros simplemente pretenden entrar en ese segmento a base de aerodinámica y ornamentación estética. Pero cuando compras un coche en el que las barras antivuelco no suponen un sobreprecio, como es el caso en el GT3, puedes estar seguro de que no estás simplemente ante un coche con aspiraciones deportivas. Estás ante un coche de carreras homologado para andar por la calle.
Durante el fin de semana de la prueba, monté la GoPro en las barras antivuelco con un soporte especial para grabar el vídeo que ilustra este post. Os aseguro que cada vez que miraba por el espejo retrovisor y veía las barras, la GoPro y el gigantesco alerón posterior, tenía que reprimir con fuerza las ganas de exprimir el motor al máximo. Con este coche has de tener cabeza si no quieres perder tus puntos del carnet en dos despistes de esos en los que te creas que eres piloto de carreras.
Sonido del motor bóxer atmosférico
El sonido del motor es uno de los elementos que más se trabajan a la hora de desarrollar coches deportivos. No en vano, más allá de las puras prestaciones, es lo único que es capaz de ponerte los pelos de punta, y será sin duda uno de los focos de atención en los nuevo Carrera y Carrera S con motores turboalimentados.
En este aspecto el 911 GT3 brilla por encima del resto de competidores con un sonido puro y con una intensidad abrumadora. Con los escapes en posición normal el bóxer atmosférico asusta cuando sube, con contundencia y linealidad, en busca de las 9.000 RPM donde se fija el corte de encendido.
Si además pulsas el botón que activa los escapes deportivos, la intensidad del sonido se vuelve tan escandalosa que crea, literalmente, una adicción difícil de explicar. Mejor escucharlo.
Llantas monotuerca de 20 pulgadas
A nivel visual todo en el 911 GT3 es espectacular, desde los faldones delantero y trasero, el alerón posterior con más ala que una tabla de planchar o los escapes doble situados en posición central.
Pero si hay algo que merece un punto y aparte, esas son las llantas monotuerca de 20 pulgadas, una oda al diseño y a la ligereza (son de magnesio) que las sitúa en un plano superior al del resto de la gama 911.
Su diseño con 10 radios y el color oscuro le dan al conjunto un aspecto absolutamente descomunal. El ancho del neumático posterior de 305 es de otra galaxia, y ese será el ancho en los nuevos Carrera S. Además para desmontarlas tendrás que pasar por un Concesionario Porsche o acudir a un taller que tenga la herramienta necesaria para ajustar la tuerca central y apretarla a 600 Nm de par que es lo que necesitan. Me gustan tanto que me he comprado este abre-botellas que imita su aspecto para no olvidarlas jamás.
Alerón trasero
Quien haya teniendo el placer de ver alguna vez en su vida una carrera con coches de GT, habrá visto que la aerodinámica es uno de los elementos en los que más se trabaja para mantenerlos bien pegados al suelo cuando circulan a velocidades estratosféricas.
El 911 GT3 es un coche de carreras con homologación para circular por la calle, de ahí que en la parte posterior monte un alerón fijo de gigantescas dimensiones, el cual luce a ambos lados la inscripción 3.8 en referencia al cubicaje del motor. Solo lo supera el del 911 GT3 RS, que bajo mi punto de vista es excesivo para un coche de calle, aunque tal vez necesario.
Elevación neumática del eje delantero
Cuando te planteas comprar un coche como este, uno de los principales escoyos con los que te puedes encontrar, además de que tu mujer no entienda por qué han quitado los asientos posteriores y han puesto esos tubos, es el poder meterlo en garajes sin que quede encallado como un barco.
El frontal del 911 GT3 va tan pegado al suelo que un iPhone 5 de pie no cabría entre la carrocería y el asfalto, comprobado. Por suerte, como en el caso de la unidad de pruebas, puedes equiparlo con un sistema de elevación neumática del eje delantero.
Cuesta 3.394 euros, pero gracias a él podrás meterlo sin preocupaciones en garajes tan complicados como el de mi edificio, donde un 911 Turbo toca irremediablemente con el faldón delantero. Este es, por cierto, otro de los elementos que heredarán los nuevos Carrera y Carrera S.
Vuelta al Jarama (en el 2:43)
Cuando en Motorpasión tenemos un coche verdaderamente deportivo como es el caso, solemos llamar al RACE para pedir permiso para probarlo en el Circuito del Jarama en las condiciones que se merecen juguetes de este calibre.
Con el 911 GT3 tuve oportunidad de darme un par de vueltas al trazado madrileño, no con intención de buscar una vuelta rápida, porque en la zona de la hípica no se puede acelerar a fondo por ruido, sino para cogerle el tacto a este coche tan especial.
Hacía mucho tiempo que un coche no me hacía sentir piloto con tanta facilidad. Es impresionante la facilidad de este coche para llevarlo realmente rápido, la efectividad del conjunto en curvas es de otra galaxia y el equipo de frenos, aunque echaba en falta el equipo carbono-cerámico, tiene un mordiente brutal. Tanto que sin ir a fondo te permite hacer vueltas más que dignas en un trackday.
Antesala del 911 GT3 RS
Igual que para llegar a la Fórmula 1 debes haberte ganado antes la Superlicencia, solo cuando hayas sido capaz de exprimir a un 90% de sus posibilidades un 911 GT3 deberían darte la validación para comprarte un GT3 RS.
El hermano mayor de este superdeportivo, con su motor sobre-dimensionado hasta los 4 litros, 500 caballos de potencia y 10 kilogramos menos que el GT3 tiene que ser el no va más, y no se me ocurre mejor calentamiento para el que esté pensando en comprarse uno de estos que pasar antes unos meses al volante de un GT3 normal.
Un coche que te deja marcado
En ocasiones es duro tener que despedirse de un coche que te ha encantado tanto mientras lo probabas. Los que nos dedicamos a esto de probar coches hemos comprobado muchas veces cómo tener que despedirse de una máquina como esta puede afectarnos incluso a nivel emocional.
Tanto es así que cuando tuve que devolver el 911 GT3 en aquella calurosa tarde de domingo, me quedé agarrado a su alerón posterior tratando de evitar que se lo llevasen. Mis lágrimas todavía deben estar marcadas sobre aquel precioso alerón de color blanco.
La llegada ahora del nuevo Porsche 911 (991 Type II) ha desatado múltiples comentarios y especulaciones sobre si, el próximo GT3, también recurrirá a una motorización con turbo. De ser así no dudo que lo harán más efectivo que este espectacular 3.8 atmosférico, pero lo que si pongo en duda es que consigan mantener el nivel de sensaciones físicas y sonoras que transmite este motor, el bóxer más perfecto que he probado hasta la fecha. Larga vida al Porsche 911 GT3.