Estados Unidos sigue haciendo amigos. Instalando su embajada en Jerusalén se ha granjeado el apoyo incondicional de Israel, y mientras tanto ha comenzado una guerra muy peligrosa con Irán al romper el acuerdo nuclear y con China y Rusia a través de guerras tarifarias y sanciones. Así es Trump. Si te preguntas qué tiene que ver este entramado geopolítico con los coches, la respuesta es todo.
La complicadas relaciones entre Rusia y Estados Unidos van a afectar a Porsche, pues el propietario mayoritario del Grupo Volkswagen se va a quedar, de momento, sin su veterano ejecutivo Siegfried Wolf, ya que también está al mando del mayor fabricante de vehículos comerciales en Rusia, GAZ.
Trump y las sanciones
En un comunicado emitido por Porsche, los de Stuttgart han aclarado la situación:
"El Prof. Siegfried Wolf (60) ha informado al consejo de supervisión de Porsche Automobil Holding SE (Porsche SE), Stuttgart, que aún no será candidato a la elección del consejo de supervisión en la Junta General el 15 de mayo de 2018 en Stuttgart".
La razón es que, desde abril de este mismo año, Wolf es presidente del consejo de supervisión del fabricante ruso GAZ, "un socio importante del Grupo Volkswagen" y que ha sido víctima de las sanciones emitidas por Estados Unidos a Rusia.
Así que la silla de Wolf, exdirector de Magna, se va a quedar vacía por el momento hasta que se aclare si su mandato en GAZ puede resultar problemático para Porsche. Y es que GAZ y su multimillonario propietario Oleg Deripaska, fueron objeto de sanciones económicas por parte de Estados Unidos en abril.
La compañía rusa ha ensamblado los modelos como el Volkswagen Jetta, el Škoda Octavia y Yeti en su planta de Nizhny Novgorod desde 2011, además de la reciente llegada del Škoda Kodiaq a principios de año y el Mercedes-Benz Sprinter.
Las sanciones emitidas por Estados Unidos por el conflicto en Siria pueden romper los veteranos vínculos comerciales que tiene el Grupo Volkswagen con Rusia. La Duma Estatal, por su parte, ya ha respondido y ha emitido un proyecto de ley que restringe la importación de tierras raras, la construcción de aviones y las importaciones de productos agrícolas y medicamentos estadounidenses, entre otros.
Pero los vínculos de Volkswagen con Rusia van más allá del sector automovilístico. El grupo alemán está explorando alianzas con la mayor compañía de Rusia: Gazprom, una empresa gasística fundada en 1989 durante el periodo soviético y controlada actualmente por el Estado ruso. El objetivo es impulsar el GNC.