Imagina la cara que se les quedó a los empleados de un concesionario de BMW en Zhengzhou, China, cuando una mujer apareció dispuesta a comprar un lujoso BMW Serie 7, concretamente un BMW 730Li, con miles de billetes de pequeño valor, que al peso rondaban los 100 kilogramos. Casi 14.000 euros al cambio, ¡en calderilla!
Los trabajadores del concesionario, hasta veinte de ellos, se pasaron seis horas contando los billetes de la señora Li (la compradora), tal y como indica el South China Morning Post. Como el importe de los pequeños billetes no era suficiente para pagar el coche al completo, la mujer pagó el resto con tarjeta de crédito. "¡Dios mio!", exclamó una de las responsables del concesionario al ver llegar a la mujer con semejante cantidad de calderilla.
La señora Li declaró a la prensa local que debido a que solía estar siempre muy atareada, decidió guardar todos esos pequeños billetes hasta que pudiera gastarlos todos del tirón en la compra de un coche. No sería a mala fe, pero esas seis horas contando billetes no se las quita nadie a los pobres trabajadores del concesonario. Trabajo de chinos, sin duda.
Vía | The Telegraph