No hay ciudad que no se salve de radares extremadamente lucrativos colocados en zonas estratégicas, amén de coches de policía de cartón para disuadir a los conductores de seguir pisando el acelerador. La última historia de uno de estos radares y de cómo un negocio de vapeadores está 'luchando' contra ellos nos llega de un pequeño, muy pequeño pueblo de Cleveland, EEUU.
Aquí un radar colocado estratégicamente en una intersección en la que se pasa abruptamente de 56 km/h a 40 km/h se lleva poniendo las botas mucho tiempo. Pero una enorme y visible valla publicitaria se ha erigido para salvarles a todos.
"Esta es una zona rigurosamente de 40 km/h. Un recordatorio cortesía de Planet Vapes", avisa la marca acompañándolo de la imagen de una cámara de seguridad.
Según explican desde la prensa local, los conductores de la ciudad más pequeña del condado de Cuyahoga, Linndale -con una población de poco más de 100 personas- llevan años sufriendo las multas de este ya famoso radar, en el que el límite máximo de velocidad cae de golpe de camino de Cleveland a Brookling.
Solo en 2022 acumuló 17.300 denuncias por exceso de velocidad en este pequeño tramo. No obstante, algunos conductores aseguran que sí hay avisos del nuevo límite.
De acuerdo a este negocio de cigarrillos electrónicos, varias personas han acudido al local a darles las gracias por el aviso; otras han amenazado con demandarles por "obstrucción a la justicia".
Otras aconsejan no exceder los límites, ni tampoco vapear.
Foto | Cleveland Magazine