Se te ha quedado el coche pequeño para realizar largos viajes en familia o, simplemente, no estás dispuesto a tener un coche más grande de lo que necesitas durante todo el año sólo por tener la capacidad necesaria para hacer uno o dos viajes largos al año.
Y es que el crecimiento en tamaño de los diferentes segmentos nos ha llevado a que un compacto de cinco puertas con carrocería hatchback tenga espacio y maletero suficiente para una familia de cuatro personas... A no ser que cuando viajes lleves más de una maleta por persona, ahí ya encontramos limitaciones. Pero no es el único caso, también las berlinas y SUV se quedan pequeños y hasta cualquier monovolumen de siete plazas si se van a ocupar todas ellas.
Hay dos soluciones drásticas, una es comprar un coche grande, muy grande, más de lo que necesitas durante el resto del año. Esto normalmente significa un desembolso mayor, más consumo y también menor agilidad y limitaciones a la hora de aparcar o moverse entre el tráfico urbano. La otra es clara, llevar sólo lo indispensable y apañarse con lo que cabe en el maletero.
Pero no se trata de hacer sacrificios ni lidiar con un coche más grande de lo que nos gusta, hay otras soluciones para llevar todo ese equipaje que no te cabe en el coche cuando vas de vacaciones. Seguro que las conoces y hasta utilizas alguna de ellas, pero no está de más dar un repaso a cada una de ellas y evaluar sus ventajas e inconvenientes.
La popular baca
Las barras de techo, barras portaequipajes o baca (aunque la verdadera baca es la que está formada por varios travesaños unidos), esta primera forma de ampliar la capacidad de carga de nuestro vehículo es la más popular por su bajo coste y porque es válida para la gran mayoría de coches. Además ocupan poco espacio cuando las desmontas no se tarda mucho en ponerlas y quitarlas.
Y sí, es conveniente quitar las barras trasversales (hay coches que llevan de serie o como opción barras longitudinales) para evitar ruidos aerodinámicos y un aumento del consumo. Estos son precisamente dos de sus puntos negativos, junto con la dificultad para colocar de forma segura el equipaje, que debe ir correctamente atado para que no se suelte accidentalmente y, preferiblemente, tapado para que no se moje ni se ensucie.
Hay que tener más precauciones al llevar carga en el techo, también es necesario no sobrepasar el peso máximo permitido en este punto y el de las propias barras. Además esa carga modifica radicalmente el comportamiento dinámico del vehículo porque eleva notablemente el centro de gravedad del mismo y produce una gran resistencia aerodinámica (posibles bandazos laterales y, recordemos, más consumo).
Pero claro, es muy, muy económico y socorrido. Dos barras, una cuerda, pulpos y un plástico para tapar la carga pueden suponer un desembolso muy reducido. Depende del modelo de coche, no todos llevan el mismo tipo de barras, pero el kit completo puede tener un precio a partir de 50 euros (eso sí, hay barras que superan los 180 euros).
Los cofres de techo están de moda
Un paso más en coste pero también en seguridad y comodidad. Los cofres de techo mejoran la aerodinámica respecto a llevar la carga directamente sobre las barras portaequipajes, por lo que reducen el consumo, el ruido y la resistencia aerodinámica. Son más seguros por sujeción y por la menor posibilidad de que la carga salga volando en un golpe de viento.
Pero los cofres son más caros, aunque han bajado mucho de precio. Al precio de las barras trasversales hay que sumar el propio cofre, cuyo precio varía según su tamaño, características y calidad. Para que nos hagamos una idea podemos conseguir uno de los más básicos en torno a los 120 euros más las barras (que ya hemos dicho que varía su precio en función del coche).
Uno de los principales problemas de los cofres de techo es la incomodidad que supone ponerlos y quitarlos, de hecho seguro que has visto algunos por ahí que ni siquiera los quitan en todo el año. Si no se usa es mejor desmontarlo para que no se deteriore (si es textil hay que desmontarlo sí o sí) y para que no vaya haciendo ruido e incrementando el consumo.
El otro gran problema es que necesitas un amplio espacio para almacenarlo. Si lo sueltas de las barras ocupan bastante (yo diría que mucho), pero si por comodidad desmontas las barras del techo manteniendo anclado el cofre, necesitarás todavía más espacio. Bastantes inconvenientes, pero si tienes sitio para guardarlo es una muy buena opción y por eso cada vez se ven más.
¿Y por qué no poner el cofre atrás?
Hay cofres para situar en la parte trasera del vehículo, fuera de éste. Van anclados a una bola de remolque, por lo que debes tener una instalada en tu vehículo, lo que encarece y mucho este producto. Sólo la bola ya son unos 300 euros, a lo que hay que sumar otros 300 mínimo del cofre.
Es similar a los de techo pero se cargan y descargan más fácilmente, no ofrecen tanta resistencia al viento, elevan muy poco el consumo, la conducción es más segura y su instalación es mucho más rápida y sencilla.
Pero dificultan las maniobras de aparcamiento (el coche crece por detrás) y el equipaje coge cierto olor a humo ya que recibe directa e indirectamente (por las turbulencias) los gases del escape. Con llevar el equipaje sellado se soluciona, pero no sé si has visto que hay una variante para mascotas... pobrecillas.
Con el carrito a cuestas
Ni el cofre ni la baca son suficientes para ti, eres de los que viajas con la casa a cuestas y tu única solución parece ser comprar una furgoneta. No desesperes, siempre puedes utilizar un carro para llevar tu mega-equipaje, es tu gran solución. Pero un carro no es una decisión que se pueda tomar a la ligera, incluso si decides alquilarlo en vez de comprarlo.
Para empezar debes instalar una bola de remolque en el coche y ahí no acaba la cosa, el consumo se eleva mucho, hay que circular bastante más despacio y con precaución, las maniobras se complican (más cuanto más corto sea el carro, aunque parezca al revés) y necesitas un sitio donde tener el carro, en casa y también en tu destino.
El precio arranca en algo más de 300 euros para los más pequeños y sin tapa ni lona cobertora y sin sistema basculante, lo más básico. Además si lo vas a utilizar para viajar es aconsejable que sea con rueda de alta velocidad, es más seguro y estable, no va dando tantos saltos como los de rueda pequeña.
La gran ventaja es que podemos ir con la casa a cuestas y, si es un carro ligero, no necesita pasar ITV ni te obliga a sacarte un carné especial (aquí tienes más información sobre esto).
La opción de lujo
Desde hace unos años ha surgido una nueva modalidad más cómoda para llevar el equipaje y apta para cualquier tipo de vehículo, hasta para motos: enviar las maletas por mensajería.
Sí claro, es más caro, pero hay empresas especializadas que ofertan este servicio desde más o menos 14 euros por maleta. Si no piensas renunciar a tu descapotable o deportivo ésta es la solución. ¿O acaso has visto muchos Ferrari con una baca llena de bultos camino de la costa?
Pero ojo, que el precio no es el único inconveniente, también debemos gestionar la entrega y recogida del equipaje, por lo que hay que acordar una dirección concreta y un horario para estas operaciones, no puedes ir a la aventura y decidir tu destino o tiempo de viaje con total libertad.
¿Te sientes identificado porque necesitas ampliar la capacidad de carga de tu coche este verano? Esperamos que estas líneas te hayan servido de ayuda. Un consejo, si te vas a decidir por cualquiera de los cuatro primeros sistemas realiza la compra con tiempo y pruébalo antes de realizar el primer viaje para evitar sorpresas de última hora que puedan arruinarte el comienzo de las vacaciones.