Los paparazzi no son tan malos como los pintan, por lo menos en esta ocasión. El flamante Ferrari 360 Spyder que conducía el hermano de Britney Spears, los dejó tirados a él y a su hermana en medio del tráfico y los fotógrafos que los seguían muy amablemente se ofrecieron a empujarles el coche hasta un lugar seguro mientras llegaba la policía.
Una vez el Ferrari estuvo bien aparcado, la policía acompañó a la cantante a casa. Y es que esta claro que en todos los sitios cuecen habas…
Vía | Leftlane News (en inglés)
Galería de fotos | AccessHollywood