Por primera vez, el Mercedes-AMG C 63 no lleva un motor de ocho cilindros. En su lugar, recurre a un bloque de cuatro cilindros híbrido enchufable que desarrolla 680 CV, por lo que es más potente que nunca, pero a los seguidores de la marca no les hace gracia que no haya un V8 bajo el capó.
Por eso, Mercedes-AMG podría hacer cambios en la versión más salvaje del Clase C, que acaba de ponerse a la venta, para volver a utilizar un V8. La variante más potente del Mercedes-AMG Clase E también podría apostar por este bloque de ocho cilindros.
Los motores V8 son (o eran) tradición en el Clase C más potente
A lo largo de todas sus generaciones, el Mercedes-AMG C 63 ha utilizado motores V8, la última vez un 4.0 biturbo que desarrollaba una potencia de 510 CV en la versión C 63 S. Con esta nueva entrega que acaba de ponerse a la venta es la primera vez que recurre a un motor con la mitad de cilindros.
Esta mecánica, que tiene el código interno M139, es el motor de cuatro cilindros de producción más potente del mundo porque, a pesar de ser solo un 2.0 litros, entrega 476 CV. La parte eléctrica se encarga de llevar la potencia total hasta los 680 CV y es clave para que el C 63 S E Performance acelere de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. Pero falta el sonido y la magia de un V8.
Y lo mismo sucede con el Mercedes-AMG SL 43. Que el Mercedes-AMG Clase A utilice motores de cuatro cilindros es tolerable, pero muchos no consienten que los Mercedes más bestias también recurran a estos propulsores. Al CEO de Mercedes tampoco le hizo gracia en su día. Por eso, Mercedes-AMG podría dar un paso atrás y cambiar el cuatro cilindros del C 63 por un V8.
Según Car and Driver, la marca alemana estaría trabajando en el motor V8 de 4.0 litros (M177) que utiliza el Mercedes-AMG GT 63 S E Performance (y el Clase S) para que cumpla la normativa de emisiones Euro 7 y se pueda utilizar en el Mercedes-AMG C 63 a partir del año 2026. También lo utilizaría en el futuro Mercedes-AMG E 63.
De la misma forma que en el Mercedes-AMG GT 63 S E Performance estaría electrificado mediante un sistema híbrido enchufable. De momento, Mercedes-AMG no ha confirmado nada, pero está claro que los seguidores de la marca acogerían de muy buena gana esta noticia.
Bien es verdad que los Mercedes-AMG con motor de cuatro cilindros no son nada nuevo. La familia deportiva de la marca de la estrella siempre ha sido muy amplia, permitiendo escoger entre multitud de modelos y, dentro de cada modelo, entre múltiples versiones. Incluso hubo un tiempo en el que se podían comprar Mercedes diésel firmados por AMG.
Gracias a esta variedad, los clientes podían decantarse por Mercedes-AMG más “mundanos” o más salvajes, siempre hablando del mismo modelo. En las gamas más altas se podía escoger entre un V8 o un V12, mientras que en los modelos más pequeños, como el Clase C, han existido opciones de cinco (el mencionado diésel de los C30 CDI AMG), seis y ocho cilindros, en función de la generación.
Con la última generación (W206), el Mercedes-AMG Clase C ha pasado a estar disponible con un bloque de cuatro cilindros en su versión de acceso, denominada Mercedes-AMG C 43 4MATIC.
Esta misma versión contaba con un V6 en la anterior entrega del Clase C, pero los tiempos cambian y el nuevo motor de cuatro cilindros es más potente (408 CV frente a los 390 CV del seis cilindros). Además, es micro híbrido y tiene la etiqueta ECO.
Es algo que los seguidores de la marca pueden tolerar. Sin embargo, que la versión más radical del Clase C deje de tener un V8 para incorporar un cuatro cilindros híbrido enchufable no les ha hecho tanta gracia. Por mucho que tenga la etiqueta ECO (no tiene suficiente autonomía eléctrica como para tener la CERO) y, sobre todo, 680 CV. De este posible movimiento de Mercedes.