Volkswagen amenaza: o Europa iguala la oferta de Biden o se lleva la fábrica de baterías a EEUU

El Grupo Volkswagen se va a tomar su tiempo para la implantación de sus fábricas de baterías para coches eléctricos previstas en Europa. De hecho, ha avisado directamente a la Unión Europea de que ha aplazado sus planes de construir una nueva fábrica de baterías en Europa del Este.

Volkswagen espera una respuesta por parte de Europa a los incentivos que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está ofreciendo a las empresas que fabrican baterías en América.

El Grupo Volkswagen podría dar prioridad a una fábrica en EEUU, donde podría recibir hasta 10.000 millones de dólares (9.471 millones de euros) en subvenciones y ayudas a lo largo de la vida útil de la planta.

Esta decisión es el último efecto de la "Ley de Reducción de la Inflación" (IRA, por sus siglas en inglés), un importante plan puesto en marcha por el Presidente estadounidense Joe Biden.

Con 369.000 millones de dólares (350.000 millones de euros) en subvenciones para las industrias llamadas ecológicas, Estados Unidos atrae cada vez a más empresas de todas partes, asiáticas y occidentales, como Tesla que ha decidido reducir la capacidad de su producción en Berlín para favorecer las factorías estadounidenses. Y todo ello en un momento en que se acelera la competencia con China.

Tras la reunión con los representantes de la UE, Thomas Schmall, ejecutivo del grupo Volkswagen a cargo de tecnología, lamentó en LinkedIn que Europa estuviera "cada vez más rezagada" en el sector de las baterías.

"Las condiciones del IRA son tan atractivas que Europa corre el riesgo de perder la carrera por los miles de millones de inversiones que se decidirán en los próximos meses y años", añadió, reclamando un programa europeo alineado con el estadounidense.

El Grupo Volkswagen tiene previsto abrir en Europa hasta seis fábricas de celdas de baterías para coches eléctricos. En principio, estas no han sido anuladas, y el grupo alemán mantiene su objetivo de disponer de una capacidad de producción de hasta 240 GWh al año en Europa para 2030.

Bajo el mandato del anterior CEO, Herbert Diess, se dijo en 2021 que el grupo construiría seis gigafactorías en Europa. La primera de las seis plantas abrirá sus puertas este año en Suecia, vía una joint venture con Northvolt y en la que Volkswagen tiene una participación del 20%.

La segunda se construirá en Alemania con la ayuda de la china Gotion High-Tech, en la que Volkswagen controlará el 26%. En ella se fabricarán nuevas celdas unificadas para vehículos eléctricos de gran volumen, como los industriales ligeros. La tercera fábrica de celdas se construirá en Sagunto, cerca de Valencia, y la producción comenzará en 2026.

Para la cuarta gigafactoría, Hungría, Polonia, Eslovaquia y la República Checa están en la carrera para acoger esa factoría que se abriría en 2027. Ahora, Volkswagen está a la espera de una respuesta de Bruselas antes de tomar una decisión sobre si invertir o no en la planta prevista en Europa del Este, informa el Financial Times.

¿Ayudas o calderilla?

El mercado de baterías podría alcanzar un valor de 250.000 millones de euros anuales en 2025, según la Unión Europea. Por eso la UE aporta ayudas para la creación de fábricas de baterías. Y, desde el pasado mes de diciembre, está pensado en nuevas formas de proteccionismo para hacer frente a EEUU y China, sin todavía nada concreto sobre la mesa.

El problema es que las ayudas europeas son una simple calderilla en comparación con las ayudas estadounidenses. Para la gigafactoría de Sagunto, una fábrica que supone una inversión de 10.000 millones de euros, Volkswagen recibirá 397 millones de euros por parte de la UE vía España. Al otro lado del Atlántico, podría obtener esos 10.000 millones de euros en ayudas si monta allí una fábrica, aseguran desde Volkswagen. ¿Alguien ha dicho fábrica gratis?

Según la ley estadounidense, los fabricantes de celdas de baterías podrán optar a un "crédito a la producción de fabricación avanzada" por valor de 35 dólares por kWh de capacidad anual. Es decir, 35 millones de dólares por cada GWh. Y para fábricas que produzcan a escala de gigavatios hora de capacidad anual, esa ayuda podría ascender a miles de millones de dólares por planta.

La fabricación de baterías para coches eléctricos está actualmente en manos de China, Corea del Sur y Japón. La producción de baterías en Estados Unidos y Europa es ahora mismo casi una anécdota, pero aún se puede obtener una buena porción del mercado de las baterías en un futuro si hay una inversión masiva para contrarrestar las empresas asiáticas. Estados Unidos no quiere perder ese tren y ha movido ficha. Ahora le toca el turno a Europa.

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