Uber podría estar preparándose para llevar a cabo un desembarco histórico. Hace meses que la firma del transporte de viajeros anunció que pronto volvería a España, reconvertida en UberX y echando mano de conductores con licencia VTC. Y ahora los rumores apuntan a que su regreso podría materializarse en cuestión de unas semanas: en cuanto llegue el mes de abril.
También es de abril el número de la revista alemana Manager Magazin que ha salido a la venta hoy, y que muestra un aspecto del ambicioso plan de negocio de Uber. Según la publicación, "el fabricante de automóviles Daimler de Stuttgart tiene el que probablemente sea el mayor pedido de su Historia". Y sí, el cliente que habría hecho el encargo sería Uber.
Basándose en fuentes cercanas a ambas empresas, Manager Magazin explica que los directivos de Daimler y Uber Dieter Zetsche y Travis Kalanick, habrían llegado ya a un acuerdo para la fabricación de 100.000 unidades del Mercedes-Benz Clase S, que deberían pasar a formar parte de la nueva flota de la firma de servicios de transporte cuyo funcionamiento se centraliza en una app móvil.
Y no se trata sólo de eso.
¿Está Uber interesada en la conducción autónoma?
Otro aspecto que llama la atención de lo publicado hoy en Alemania tiene que ver con el tipo de automóviles que formarían parte del gran encargo realizado por Uber. Se trataría de coches autónomos, una tecnología que en Daimler están explorando de forma muy avanzada, tal y como descubrimos al conocer a fondo y probar el Mercedes-Benz F015.
De hecho, el Mercedes-Benz Clase S Intelligent Drive protagonizó, en septiembre de 2013, un trayecto bien conocido en Daimler: el mismo que trazó Bertha Benz en 1888, sólo que con una salvedad: la moderna berlina actual de Mercedes-Benz no llevaba ningún conductor al volante [ Leer Mercedes-Benz S 500 Intelligent Drive, aventuras de pioneros en pleno siglo XXI ].
Con todo, la fecha que se pronostica para esta fuerte entrada de los coches autónomos de Uber servidos por Daimler no llegaría hasta el año 2020. Tampoco se tienen muy claros los detalles del pedido, pero una cosa está clara para los periodistas que han lanzado esta información: si hablamos de 100.000 unidades del Mercedes-Benz Clase S, y si esas unidades tienen que ser autónomas, quizá el monto total de la operación ronde los 10 mil millones de euros. No está mal, teniendo en cuenta que los analistas de Exane BNP Paribas cifran en 25.000 millones el mercado de las tecnologías de conducción autónoma para ese año clave que llegará en cuestión de sólo cuatro años.
De confirmarse la operación de Uber con Daimler, estaríamos ante el resurgir del Ave Fénix más despampanante de todos los tiempos. Y, además, Uber volvería por la puerta grande, tras haber eliminado uno de los factores que motivaron su persecución. Al eliminar al conductor, eliminarían para siempre el problema legal de las licencias.
Perseguidos en España... y en medio mundo
Uber cerró sus puertas en España en diciembre de 2014. Operaba desde hacía menos de un año en Barcelona y acababa de llegar a Madrid, y un juez sentenció a la que prometía ser una empresa que viniera a revolucionar el mundo del transporte de pasajeros, con un modelo basado en conductores particulares que, conectados a internet, pudieran ejercer prácticamente como taxistas sin pasar por los cauces establecidos por la legislación vigente.
Una suerte parecida corrió el servicio en más de una decena de países, además de en varios estados de los Estados Unidos de Norteamérica. En Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Francia, Filipinas, Polonia, Sudáfrica, Tailandia, Taiwán, los respectivos tribunales no dudaron en declarar ilegal la aplicación y el servicio prestado por la empresa. Y en Reino Unido, los taxistas siguen en pie de guerra.
Fueron especialmente llamativos los casos de Corea, la India y Estados Unidos. En Corea, las actuaciones legales por operar de facto un servicio de taxi ilegal llegaron a salpicar al mismo presidente de la compañía, Travis Kalanick. Además, las autoridades acusaban a Uber de no tienen seguros especiales que cubrieran las actividades del transporte, lo que sin duda es uno de los puntos más controvertidos del servicio [ Leer Los seguros, frente al pasajero comercial inesperado ].
En la India, fueron los conductores particulares quienes pusieron el grito en el cielo debido a que Uber no verificaba los antecedentes penales de sus conductores, como sí hacían en otros países. Después de que un conductor violara a una pasajera, Uber reaccionó implementando un botón del pánico, pero el daño ya estaba hecho.
Incluso en Estados Unidos, Portland (Oregón), Los Ángeles y San Francisco (California), cuna de Uber, demandaron a la empresa que prometió revolucionar el sector y que se encontró con el gran escollo de no haber tenido en cuenta la legalidad vigente.
Si los planes de Uber consisten, como parece, en volver a la acción mediante licencias VCT para acabar prescindiendo de los conductores, esta segunda parte para la empresa de Kalanick podría suponer un nuevo comienzo para una actividad que, entonces sí, dejaría de esquivar la ley para ponerse de su lado.
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