Como sabéis, en Europa los consumos homologados son mediante el ciclo NEDC y en Estados Unidos es cosa de la Environmental Protection Agency (EPA). La medición en EEUU es mucho más precisa que la europea de cara al consumo real, de hecho, es muy fácil que los dueños consigan mejorar el consumo oficial en su conducción diaria.
Pues bien, resulta que a Hyundai y Kia les han reclamado porque anunciaron tener varios modelos que conseguían un rendimiento de 40 millas por galón, es decir, casi 5,9 l/100 km. La EPA detectó que sus resultados diferían con los del fabricante, y van a tener que corregirlos.
No solo van a hacer eso, sino compensar a los clientes. Es decir, van a mirar los cuentakilómetros de los Hyundai y Kia modelo 2012 y 2013, y a calcular cuánto dinero han de dar como compensación. Por ejemplo, por 1 mpg de error, deberán devolver 88 dólares a un conductor que recorrió 15.000 millas. Simbólico, pero muy interesante.
No me meto en si hubo intencionalidad en estas dos marcas por falsear sus datos de consumo, lo asocian a un problema de procedimiento en la homologación y yo me lo creo (porque es razonable). Lo que sí es importante, es la forma de dar la cara, si eso pasase en Europa, se pondría la industria patas arriba.
Imaginad si nos compramos un coche que declara, según el ciclo NEDC, 4 l/100 km. Luego en conducción real somos incapaces de bajar de 5,5 l/100 km aunque vayamos comiendo paragolpes de camión. Reclamamos. Nos dan la razón, y nos devuelven el dinero invertido en combustible gastado de más. Pienso en ello y se me pone todo de punta.
En EEUU es normal quejarse de que la economía de combustible anunciada en las stickers (pegatinas) no se corresponde con su uso real. En Europa nos hemos acostumbrado a lo contrario. Si el coche te gasta más, pues te fastidias. El mecánico oficial te dirá que todo es normal y que el coche está bien.
Si en Europa hubiese asociaciones de consumidores que metiesen en juicios a quien hay que meter, y el estándar de homologación fuese más realista, muchas cosas serían diferentes. Por ejemplo, poner el Stop&Start baja el consumo homologado (pues baja el urbano) pero en consumo combinado real el ahorro es CERO.
¿Y ahora qué? Estamos hablando de un gesto simbólico de un fabricante que vende muchísimo en EEUU (están mejor que en Europa), pero que si se convirtiese en una obligación legal responder por la fidelidad de los consumos oficiales, ya os digo que en Europa rodarían cabezas.
Ahora bien, Hyundai y Kia responden por el consumo excesivo hasta la fecha, no durante la vida útil del vehículo. No es una solución perfecta, pero de cara a la galería es un gesto positivo. Ya no podrán decir eso de industry leading, pero es que tampoco podían haberlo dicho antes.
Si tuviéseis que reclamar al fabricante de vuestro coche el exceso, ponderado en euros, ¿a cuánto ascendería la reclamación? Saco las palomitas de maíz y refresco gigante, y ahora vuelvo a leer.
Fuente | The Detroit News