General Motors, que no está pasando por uno de sus mejores momentos, ha presentado oficialmente su nueva marca de bicicletas eléctricas, ARIV. Debuta con dos productos que ya se pueden reservar: el primero de ellos, 'Meld', es una eBike compacta, mientras que 'Merge', una eBike plegable.
Estas bicis equipadas con baterías de iones de litio llegarán primero a Alemania y los Países Bajos, y su precio parte de los 2.750 euros.
64 km de autonomía
Las bicis eléctricas ARIV alcanzan velocidades de hasta 25 km/h con cuatro niveles de potencia asistida por pedal y sus baterías tardan en cargarse aproximadamente tres horas y media, lo que proporciona, según General Motors, hasta 64 kilómetros de autonomía con una sola carga.
Ambos modelos, diseñados en las instalaciones del fabricante en Michigan (Estados Unidos) y Oshawa (Canadá) vienen de serie con luces LED delanteras y traseras recargables y discos de freno sobredimensionados para aumentar la potencia de frenado.
Estas bicicletas eléctricas se conectan al móvil con la aplicación de ARIV a través de Bluetooth para acceder a información relacionada con la velocidad, la distancia, el nivel restante de la batería, el nivel de asistencia del motor o la distancia recorrida.
Cada 'Merge' y 'Meld' viene equipado con un soporte Quad Lock, un sistema que permite conectar de forma segura un teléfono inteligente a la eBike. También incluyen un puerto USB integrado que permite a los usuarios mantener la carga del teléfono móvil mientras están en movimiento.
Las entregas de este nuevo producto de General Motors están programadas para el segundo trimestre de 2019.
En cuanto a precios, en Bélgica y los Países Bajos el precio de la bici compacta es de 2.800 euros y el de la bici plegable sube hasta los 3.400 euros. En Alemania serán ligeramente inferiores: 2.750 euros y 3.350 respectivamente.
Un nuevo proyecto que surge en medio de un momento muy malo para el gigante de Detroit. General Motors ya ha despedido a 4.300 empleados para cuadrar sus cuentas, y hay otros 11.000 en la cuerda floja.
Unas medidas que, según la compañía, "son necesarias para asegurar el futuro de la empresa, incluida la conservación de miles de empleos en EE.UU. y en todo el mundo".
Los despidos en General Motors comenzaron en diciembre, con 1.300 asalariados afectados, y tiene planificado cerrar este año un total de cinco plantas en Norteamérica, entre las que se encuentran las de Lordstown (Ohio), Detroit-Hamtramck (Michigan) o Osahawa (Canadá).