Jim Farley, tras su visita a China y quedarse asustado e impresionado a partes iguales por la delantera que lleva el país asiático con los coches eléctricos, ordenó traer a la sede de Ford varios modelos chinos. Entre ellos el Xiaomi SU7, un cero emisiones que cosechó 90.000 reservas en las primeras 24 horas de su lanzamiento.
Esta berlina del gigante tecnológico ha sido el coche personal del CEO de Ford durante medio año y ha admitido que lamentará mucho tener que devolverlo. Ha quedado absolutamente prendado de este modelo. Lo que es una estupenda metáfora de la ventaja de las marcas chinas para con las occidentales si hablamos de coches eléctricos.
"Nos llevan años de ventaja"
Farley, entrevistado por Robert Llewellyn, presentador del podcast Fully Charged, se sinceró en este aspecto alabando un modelo de la competencia china, que tras le mencionada visita considera una preocupante amenaza.
"Conduzco el Xiaomi. Hemos traído uno desde Shanghái, y lo he estado conduciendo durante seis meses. No quiero renunciar a él. Es fantástico", confesó el presidente de la marca del óvalo.
No detalló cuál de las tres versiones ha sido esta predilecta montura a la que ha recurrido a diario. El Xiaomi SU7 ya es un eléctrico de 299 CV en su opción más barata, de un solo motor y con una batería de 73,6 kWh con los que homologa 700 km de autonomía (en el ciclo de homologación chino, menos exigente que el WLTP).
Lo marida con avanzadísima tecnología de conectividad y asistencia, y sobre todo, manteniendo un precio ajustadísimo: parte de unos 27.700 euros al cambio. La gama se completa con el Pro, de idéntica mecánica pero con una batería de 94,3 kWh que le confiere 830 km, y el Max, de dos motores, nada menos que 673 CV y 800 km de rango.
Este último arranca en los 38.500 euros. Por ponerlo en contexto, es mucho menos potente el Porsche Taycan y el alemán parte en 105.682 euros. También es más asequible en su mercado local que el Ford Mustang Mach-E, la niña bonita de los eléctricos de Ford, que en su opción base de 269 CV tiene un precio de más de 49.000 euros.
"Amenaza existencial". El de Xiaomi no es el primer modelo eléctrico chino que cata Farley: en aquel periplo hizo lo propio con un coche de la firma Changan junto a John Lawler, director financiero de Ford. "Jim, esto no es como antes", le dijo Lawler a Farley. "Estos muchachos nos llevan ventaja".
La visita de Farley a China hizo saltar las alarmas del directivo por el abismo que separa a las firmas occidentales de las chinas. "Esta es una amenaza existencial", aseguro después en un junta de la marca.
Tanto es así, que ha motivado el cambio de la estrategia de Ford para con los eléctricos, como también están haciendo otras firmas tradicionales. "Ejecutar el nivel de los estándares chinos será la prioridad más importante". Además de traer modelos desde China para analizarlos al detalle, Ford se está replanteando sus futuros coches eléctricos.
Por ejemplo ha cancelado los enormes SUV que considera no serán rentables para centrarse en una nueva plataforma modelos más pequeños y más baratos. Una línea precisamente orientada a competir con las marcas chinas, que consiguen mantener sus precios ajustados también fuera de la República Popular ofreciendo alta tecnología y diseños muy atractivos.
Los aranceles europeos a los cero emisiones chinos son precisamente consecuencia de esta preocupación de la industria desde Occidente, con la penetración de los asiáticos alcanzando ritmos que consideran alarmantes. La expansión de BYD o MG es buen ejemplo de ello.
Y eso que la recién estrenada división de automóviles de Xiaomi no es precisamente rentable, al menos de momento. Pese al notable éxito del Xiaomi SU7, que ha llegado a agotar existencias y se cree que puede superar las 100.000 entregas en noviembre, la firma perdió 252 millones de dólares en el segundo trimestre de este año. Se calcula que Xiaomi ha perdido unos 8.500 euros por coche entregado.
Pero en peor situación está la misma Ford: la división de eléctricos del óvalo perdió 1.100 millones de dólares sobre 24.000 modelos cero emisiones vendidos, siendo la equivalencia mucho mayor.