La huelga simultánea contra los tres gigantes del motor en EEUU ha sentado un precedente en un país en el que el sindicalismo no está bien visto por las empresas. Ford, General Motors y Stellantis han tenido que sentarse a escuchar a sus trabajadores ante la amenaza de un parón indefinido que hubiera destrozado sus cuentas.
Tanto es así, que Honda y Toyota, que no permiten sindicatos, han decidido subir el sueldo a algunos de sus empleados, por si las moscas. Pero el movimiento sindical busca ampliar la 'guerra' contra todo el sector.
El UAW avisa de que en 2028 volverá más fuerte
En las instalaciones de Honda en EEUU, algunos de los trabajadores del área de producción recibirán un aumento salarial del 11 % a partir de enero de 2024, el mismo aumento porcentual que se otorgaría a los trabajadores de producción en los Tres de Detroit si la mayoría de las bases vota en apoyo a los acuerdos.
Ha sido la respuesta a las mejoras laborales que anunció Toyota hace una semana, y todo apunta a Subaru será el próximo en unirse. Evitar la sindicalización en sus plantas es el principal objetivo de estas decisiones.
El presidente de EEUU, Joe Biden -en plena campaña electoral- ha mostrado su apoyo a los trabajadores en repetidas ocasiones durante la huelga y anima a todo el sector a organizarse. También Donald Trump, que busca la reelección, se ha posicionado a favor de la huelga.
De momento, el sindicato no ha inclinado a favor de ninguno, pero apunta a reclutar a cuantos más trabajadores del sector sea posible, de cara a 2028.
Según el presidente del sindicato United Auto Worlers (UAW), Shawn Fain, "miles" de trabajadores del sector automotriz no sindicalizados se han puesto en contacto con él durante los últimos 90 días para organizarse y han pedido a los trabajadores de Toyota, Honda, Hyundai, Tesla, Nissan, BMW, Mercedes-Benz, Subaru, Volkswagen, Mazda, Rivian y otros que se unan a su movimiento por una "vida mejor".
Pero no es el mejor momento para el sindicalismo en EEUU, pues el número de afiliados ha ido decreciendo desde el 83. En el caso del UAW, en los últimos 10 años la afiliación sindical alcanzó su punto máximo en 2017 con 430.871 miembros y ha disminuido lentamente desde entonces. Aún así, la última huelga ha conseguido sentar un precedente.
Fain hablar de convertir a los "Tres Grandes" en los "Cinco Grandes o Seis Grandes" para cuando expiren los nuevos contratos a final de abril de 2028. Ahora los ojos están puestos en Tesla, otra compañía que es tajante y ha perseguido abiertamente los sindicatos, pero que se está encontrando con un buen pastel en Suecia.
Los acuerdos del sindicato que cubren a 146.000 trabajadores en los Tres Gigantes de Detroit incluyen aumentos salariales del 27 %, ajustes por costo de vida, mayores contribuciones para la jubilación, miles de millones de dólares en inversiones y asignación de productos, y el fin de trabajadores temporales.
Pero no está todo resuelto, ya que estos acuerdos tienen que ser ratificados por los trabajadores.
Tras la victoria, quedan detrás 56.000 trabajadores que fueron despedidos de Ford, General Motors y Stellantis durante la huelga y más de 500 millones de dólares en salarios que nunca cobraron. Aunque puede que eso también cambie.