En marzo de 2012 se firmó una "alianza estratégica":https://www.motorpasion.com/industria/es-oficial-gm-y-psa-sellan-su-alianza entre dos pesos pesados en Europa, General Motors y PSA Peugeot Citroën. Los objetivos eran diversos, como ahorrarse dinero en desarrollo y compras. Algunos proyectos en común han sido ya desestimados, lo que entraría dentro la normalidad.
Pero las cosas se están complicando, y el motivo viene de China. GM está aliado con SAIC, y PSA lo está con Dongfeng. Esos fabricantes chinos son competidores entre sí. Se comenta últimamente que Dongfeng quiere apoderarse de buena parte de las acciones de PSA, lo cual no hace mucha gracia a GM por razones obvias.
Si PSA Peugeot Citroën cambiase de manos, General Motors podría salirse de la alianza por una cláusula del contrato. El mayor accionista de PSA es la familia Peugeot, con una cuarta parte de la empresa. Necesitando PSA mucha pasta fresca, la inversión china podría ser una salida, pero ¿y la alianza con GM?
Se buscan fórmulas para poder hacer el _ménage à trois_ (trío, sin paños calientes) sin que haya celos, y eso es complicado. A fin de cuentas, GM Europa está apoyada por la central, que sí gana dinero y puede soportar las pérdidas en el viejo continente. PSA no cuenta con ese apoyo, aunque en último término el Estado francés puede echar un cable o nacionalizarla.
Pongámonos en el caso más desfavorable. PSA sigue su rumbo a la deriva y acaba en manos de Dongfeng. La familia Peugeot deja de ser accionista mayoritario tras dos siglos. Pasaría como con Volvo. ¿El resultado ha sido malo? Por el momento no. Ocurra lo que ocurra, tendremos PSA para rato...
Las cosas para General Motors van mucho mejor. Opel sigue dando pérdidas en Europa, pero muchas menos, y ya casi no nos acordamos de cuando casi se deshacen de ella en 2009. Plenamente restablecidos de su hundimiento por la ayuda del Gobierno de Estados Unidos, pueden soportar la crisis europea sin tanto problema. PSA a día de hoy no.