La electrificación está siendo para General Motors como una piedra en el zapato. Con los coches eléctricos como caballo de batalla, ahora el de Detroit tiene que cumplir con las promesas que hicieron posible el fin de una huelga histórica tras 40 días de parones: una pick-up eléctrica y acercar la producción de celdas de batería para coches eléctricos a la zona.
Para lograrlo ha seguido el ejemplo de otros gigantes y se ha unido a la compañía química coreana LG Chem para crear una empresa conjunta de 2.300 millones de dólares cuya sede estará en el Estado de Ohio.
Objetivo: 30 GWh
Al igual que han hecho Tesla y Panasonic en sus comienzos, o Toyota y BYD, o Panasonic junto a Toyota, General Motors ha anunciado una importante alianza con uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo.
Junto a LG Chem, invertirá hasta un total de 2.300 millones de dólares a través de una nueva empresa conjunta que establecerá una nueva planta de ensamblaje de celdas de batería en el área de Lordstown, en el noreste de Ohio, y que promete crear más de 1.100 nuevos empleos.
Este nuevo sitio podría estar listo para mediados de 2020 y tendrá una capacidad de 30 GWh. Para hacernos una idea de qué significa este objetivo, la producción de baterías de la Gigafactoría de Nevada alcanzó a mediados de 2018 un índice anual de alrededor de 20 GWh, siendo por entonces la planta de baterías con el mayor volumen del mundo.
"La planta de vanguardia utilizará los procesos de fabricación más avanzados, todo bajo un mismo techo, para producir celdas de manera eficiente, sin apenas desperdicios, y se beneficiará de fuertes economías de escala en toda la cadena de valor", dice la compañía capitaneada por Mary Barra.
La colaboración también incluye un acuerdo de desarrollo conjunto que reúne a dos líderes en la esfera de las baterías para desarrollar y producir tecnologías avanzadas, con el objetivo de reducir los costos de baterías a niveles "líderes" en la industria.
Lo cierto es que durante la histórica huelga que paralizó General Motors a finales de septiembre, la compañía ha jugado la baza del coche eléctrico como parte de un plan de inversión de 1.800 millones de dólares en diferentes plantas de producción de Estados Unidos que prometía crear cientos de nuevos puestos de trabajo.
Tras alcanzar un acuerdo con el sindicato UAW, General Motors prometió una pick-up eléctrica a la fábrica de Detroit-Hamtramck y acercar la producción de celdas de batería para coches eléctricos a la zona.
Este verano también conocimos otra gran alianza: la de Toyota y BYD que desarrollarán coches eléctricos de forma conjunta para 2020. Por su parte Tesla está flirteando con el gigante chino CATL, que a su vez está levantando su primera fábrica de baterías de iones de litio en Alemania.