Que el sector del automóvil no pasa por su mejor momento lo aseguraría hasta un vidente de esos que salen por las noches en la tele, es una obviedad. Los hay que analizan el asunto en detalle, como la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, con su ambicioso Plan 3 Millones, y ahora la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, GANVAM, ha centrado sus peticiones en tres pilares que nos pueden afectar a todos.
Antes que nada, el dato de las ventas, cuyas cifras se comparan con las de los años 90, con una demanda que es un 30 % inferior a las cuotas que harían falta para renovar el parque de vehículos. En unidades, hablamos de unos tres millones de coches que no se renuevan.
Estando así las cosas, en GANVAM apuestan por una política con tres frentes, que entroncan con algunas de las medidas ya propuestas por los fabricantes de vehículos: gravar el coche por el uso que se le da, impulsar desgravaciones fiscales, sobre todo asociadas al renting de vehículos, y liberalizar el sector de la inspecciones técnicas, endureciendo las sanciones por incumplimiento de las ITV.
Ventajas tributarias para los compradores y vendedores
En el primer apartado, la asociación de vendedores propone la reducción o supresión del Impuesto de Matriculación. Hoy por hoy, aproximadamente la mitad de los vehículos están exentos de tributar por este concepto, y de todas formas es un impuesto basado en una filosofía de difícil justificación práctica. El uso del vehículo o sus condiciones de respeto por el medio ambiente son algunos de los criterios que podrían modular el Impuesto de Circulación.
También plantean la supresión del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que tradicionalmente no afectaba a los concesionarios porque revendían los vehículos en el plazo de un año y se les eximía de pagarlo. La situación del sector, sin embargo, ha cambiado, y los coches ya no fluyen como antes. Siendo así las cosas, la ley les obliga a pagar entre un 4 y un 8 % por el simple hecho de tener un coche a la venta.
En la parte de la tributación fiscal, GANVAM pide que los coches de empresa que conducen las personas físicas, es decir todo trabajador con coche de empresa, vean reducir la tributación del 20 al 15 %. Este es el valor que cada empresario imputa en el IRPF al trabajador que lleva vehículo de empresa, lo que a efectos legales se considera retribución en especie.
También dentro del apartado fiscal, GANVAM pide que España importe el modelo de Reino Unido y Holanda, donde el renting para particulares se beneficia de desgravaciones en el IRPF. Con esta medida, apoyada en la renovación de las flotas de renting cada 4 años, la asociación de vendedores estima que se daría fin a la situación actual, en la que un 45 % de los vehículos supera los 10 años de antigüedad.
Más apoyo a la financiación de coches
De forma casi calcada a lo que pedía Anfac en el Plan 3 Millones, GANVAM plantea medidas que vayan en la línea de hacer más fluida la financiación de los vehículos. Para conseguirlo, piden que las líneas ICO tengan unos trámites más ágiles y sencillos para que de verdad sean operativas; es decir, que no sean las doce pruebas de Astérix, como sucede ahora.
También hereda la medida de ANFAC en cuanto a la recuperación urgente de vehículos cuando existe impago de las cuotas, como una dación en pago, para evitar los sobrecostes de financiación que redunda en una depreciación de los vehículos. Esta situación es especialmente aplicable en el campo de los vehículos industriales, donde la financiación alcanza el 100 % del precio.
La ITV, liberalizada y controlada
Finalmente, GANVAM aborda uno de los puntos más sensibles sobre la conservación de los vehículos: la ITV. Proponen que, a imagen y semejanza de lo que sucede en Alemania, los concesionarios y los talleres puedan realizar las inspecciones técnicas a vehículos con inspectores o peritos independientes. Esto supondría la liberalización de un sector que hoy por hoy está absolutamente cerrado, terminando con la actual situación de oligopolio.
Además, piden mayor control sobre las mismas inspecciones, y por supuesto sobre los vehículos que no cumplan con los plazos de inspección. En la actualidad, el 19 % de los vehículos son tirados de la ITV, y un 20 % no se someten a ese control. Todo eso, teniendo en cuenta que el factor vehículo tiene una incidencia en la siniestralidad vial de entre un 4 y un 13 %, según la fuente que consultemos. GANVAM opta por atribuir un 6 % de la siniestralidad al mal estado del vehículo.
En resumidas cuentas, los 4.600 concesionarios o servicios oficiales y los 3.000 compraventas asociados en GANVAM esgrimen los mismos argumentos que los fabricantes de vehículos agrupados en ANFAC: el coche es un motor para la Economía, mueve dinero y necesita de unos incentivos para su adquisición. Además esos incentivos no son un pozo sin fondo, ya que se revierten en las arcas vía impuestos. 24.000 millones de euros, nada menos.
Fuente | GANVAM En Motorpasión | El Plan 3 Millones de ANFAC, ¿reindustrialización o quimera?