La Iniciativa Europea de Procesadores (EPI, por European Processor Initiative) ha completado la primera fase de su proyecto. Así, Europa está un poco más cerca de tener sus propios chips diseñados y fabricados en Europa. El objetivo final es liberarse de la dependencia actual de Asia, para la fabricación de los chips, y de Estados Unidos, para su diseño.
Tras eta primera fase, el proyecto ya tiene listas las especificaciones de su primer procesador de propósito general, ha probado un acelerador RISC-V (considerado el Linux de los chips ) y ha demostrado la viabilidad de su propia plataforma Automotive Stream (entendida como arquitectura de hardware y software) para la conducción autónoma.
Coordinado por Infineon, líder en microcontroladores de automoción, el Automotive Stream ha allanado el camino hacia los coches de conducción autónoma con capacidad para circular por carretera, gracias a la prueba de concepto de una innovadora plataforma informática integrada de alto rendimiento (eHPC) y al kit de desarrollo de software (SDK) asociado.
Esta plataforma, en combinación con un procesador de propósito general reducido y adaptado al vehículo, satisface la creciente demanda de potencia de cálculo en los coches del futuro de una manera rentable, económicamente viable y funcionalmente segura, aseguran desde EPI.
"En general, los logros son una prueba de la colaboración, las sinergias y el espíritu de equipo que han caracterizado el trabajo de investigación en la corriente de automoción", ha dicho el director de proyecto, Knut Hufeld (Infineon).
Permite una conducción autónoma de nivel 4, como mínimo
Se realizaron numerosas pruebas de conducción para recopilar datos y evaluar escenarios de prueba con parámetros de conducción autónoma utilizando un BMW X5 como laboratorio.
Entre otras características, la plataforma del EPI incluye “cámaras integradas con soporte de Inteligencia Artificial y software de análisis de imágenes de radar Elektrobit, con preparación integrada para el uso de procesadores EPI en el sistema”.
En concreto, de momento, las pruebas permitirían disponer ahora de la conducción autónoma “hasta, al menos, el nivel 4”, explican desde EPI. En el nivel 4 de conducción autónoma, el coche conduce solo la mayor parte del tiempo, allanando así el camino hacia el futuro de una conducción autónoma de nivel 5, es decir, sin la más mínima intervención humana.
Presentados los resultados a la Unión Europea, el siguiente paso es la fabricación de estos chips, que se prevé para 2023.
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