1,8 millones de coches eléctricos. Ese es el número de vehículos eléctricos que Tesla entregó en 2023 tras el récord de 484.507 entregas del cuarto trimestre. Esto supone un crecimiento de casi el 130 % en los últimos cinco años, pero Elon Musk no ha conseguido que este aumento de las ventas cumpla con las expectativas de los analistas.
A los últimos resultados económicos se le une el hecho de que su rival chino BYD se ha hecho dueño y señor del mercado mundial de vehículos electrificados con un récord de 3 millones de ventas, poniendo sobre la palestra la guerra de precios en China y su potencial para acabar con el resto de fabricantes occidentales. Solución: Musk, que se ha posicionado en contra de las tasas de importación, pide más barreras comerciales para los coches eléctricos chinos.
Con BYD pisándole los talones
Tesla ha hecho públicas sus cuentas tanto del último trimestre de 2023 como del año, y dejan un sabor agridulce. El fabricante de vehículos eléctricos generó 25.100 millones de dólares en ingresos -un poco por debajo de los 25.760 millones que esperaban los analistas- y una regulera valoración en Bolsa, impulsada en parte por la declaración de que espera que la tasa de crecimiento de su volumen de vehículos sea "notablemente menor" en 2024.
Parte de culpa de que se hayan reducido los márgenes de ganancias de la empresa la tienen los recortes de precios impulsados por la guerra de precios en China, que por otro lado también aumentaron la demanda de modelos Tesla.
Y ojo, porque BYD, aunque haya batido el récord de ventas de vehículos llamado de nueva energía (lo que incluye híbridos enchufables), no ha conseguido superar a Tesla en cuanto a ventas de vehículos eléctricos puros, ya que Tesla cerró el año con 1.808.581 coches entregados (y 1.845.985 coches fabricados), mientras que BYD vendió 1.574.822 coches eléctricos. Juntas son responsables de más de un tercio del mercado mundial de vehículos enchufables.
En este contexto, Musk considera que los fabricantes de automóviles chinos como BYD "son las compañías automotrices más competitivas del mundo" y asegura que no ve una oportunidad obvia para asociarse con ellos. No sin antes establecer aranceles.
"Creo que tendrán un éxito significativo fuera de China dependiendo de qué tipo de aranceles o barreras comerciales se establezcan", ha expresado en declaraciones recogidas por The Guardian. "Si no se establecen barreras comerciales, prácticamente demolerán a la mayoría de las empresas automotrices del mundo".
De momento solo Francia se ha posicionado en contra de los eléctricos chinos; de hecho, desde el pasado 15 de diciembre, ha dejado sin ningún tipo de ayudas al 30% del mercado de los coches eléctricos en Francia.
Lo curioso es que Musk ya solicitó en 2019 exenciones arancelarias para Tesla a la Oficina del Representante de Comercio de EEUU relativas a la guerra comercial que mantenían por entonces China y Estados Unidos y que inició Donald Trump. Un buen amigo de Musk.
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