Es definitivo: como se esperaba, los países de la UE han dado el sí a los aranceles definitivos a los coches eléctricos chinos que se importan a Europa desde la República Popular. Son similares a los provisionales que se aplican desde julio con una tasa máxima de un 45,3 %.
La proteccionista propuesta ha tenido el suficiente apoyo de los estados miembros, a excepción entre otros de Alemania: la mayor potencia económica europea y principal productor automovilístico. España se ha abstenido.
Así quedan los nuevos aranceles, que se aplicarán desde noviembre a más tardar
Con 10 votos a favor, cinco en contra y 12 abstenciones, los aranceles a los cero emisiones llegados desde China han recibido luz verde. Desde la Comisión Europea (CE) detallan que la propuesta "ha obtenido el apoyo necesario de los Estados miembros de la UE ".
Para que no saliera adelante, debía votar en contra una mayoría cualificada de 15 países, que representan el 65 % de la población de la UE. Francia, Grecia, Italia y Polonia, que acogen el 39 % de la misma, han votado sí a estas tasas de importación, según fuentes consultadas por Reuters. El porcentaje necesario para bloquear la medida se elevó para evitar que cayera.
Aunque con matices, desde el gobierno comunitario detallan que "paralelamente, la UE y China siguen trabajando arduamente para explorar una solución alternativa". Es decir, que seguirá negociando con la República Popular para evitar la temida guerra comercial que el propio gobierno chino ha amenazado con comenzar si se imponían finalmente estas tasas.
Una posible solución sería la de facilitar las factorías de firmas chinas en Europa: Chery o BYD ya están levantándolas.
Los eléctricos de MG, con el arancel máximo. Los nuevos aranceles comenzarán a imponerse desde su publicación en Diario Oficial un Reglamento de Ejecución de la Comisión. Lo que se hará "a más tardar el 30 de octubre de 2024".
Es decir que, como tarde, desde noviembre comenzarán a aplicarse estas nuevas tasas, que quedan así fijadas según fabricante o grupo automovilístico (se suma el 10 % que se gravaba antes de los provisionales):
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aranceles definitivos UE |
---|---|
BYD |
17 % (27 %) |
Geely |
18,8 % (28,8 %) |
SAIC |
35,3 % (45,3 %) |
TESLA |
7,8 % (17,8 %) |
Por otro lado, a las marcas que la UE considera cooperaron en la investigación, se les aplicará un 20,7 % (30,7 %). En este grupo se incluyen Leapmotor (socio de Stellantis y que fabrica en Europa) o Xpeng, además de las filiales de BMW o Volkswagen que fabrican algunos modelos en China.
Al resto se les impondrá la máxima, que finalmente se fija en un 35,3 % (45,3 %) y siendo algo más baja que la de las tasas provisionales. Es la misma que se aplica a SAIC, a la que pertenece MG, una de las firmas que mejor penetración están teniendo en Europa, aunque no sólo de eléctricos puros.
Esta medida busca proteger a la industria europea de la feroz competencia china: desde Bruselas consideran los coches de la República Popular tienen precios artificialmente bajos gracias al apoyo financiero del ejecutivo. Y con los nuevos aranceles de 100 % que aplica ahora Norteamérica, Europa se convierte en el principal objetivo de mercado para China fuera de sus fronteras.
La gran pregunta es cómo afectarán estos aranceles a los consumidores, ya que pueden suponer cero emisiones más caros si deciden repercutirlo en el precio de los modelos que comercializan aquí. En todo caso no afecta a todos los coches, solo a los eléctricos: se libran híbridos con o sin enchufe.
"Una señal fatal para la industria automovilística europea". Alemania ha sido uno de los pocos países que ha votado en contra de esta imposición, que no cuenta con el beneplácito de las marcas alemanas. Los fabricantes germanos son de los más afectados por estas tasas: por contar fábricas en China, pero sobre todo por los coches que exportan al país asiático, y que generan importantes beneficios para firmas como Mercedes o Porsche.
Según recoge Reuters, Oliver Zipse, CEO de BMW, ha calificado la votación como "una señal fatal para la industria automovilística europea" y ha instado a Europa a llegar a acuerdo rápidamente con Pekín para evitar una guerra comercial. Volkswagen ya señaló en su momento que estas tasas eran "el enfoque equivocado".
Por otro lado, desde Pekín ya anunciaron posibles represalias que afectaban directamente a las marcas alemanas. En China barajan subir los aranceles a un 25 % a los coches de gasolina de gran cilindrada importados desde Europa. Mercado que copan en gran parte firmas germanas premium y de lujo. Esta tasa ahora es del 15 %.
Otro de los países que ha votado en contra ha sido Hungría: Viktor Orban ha hablado de una "guerra fría económica" con China.
España se abstuvo, pero está más cerca del no. Si bien España no ha votado en contra, sí que se ha mostrado contraria a estas nuevas tasas y ha solicitado a Europa que mantenga sus negaciones con China para evitar "un enfrentamiento a gran escala".
En este sentido, Pedro Sánchez señaló el mes pasado que había que reconsiderar la medida y "tender puentes entre la Unión Europea y China" temiendo otra guerra comercial. "Desde España seremos constructivos y trataremos de encontrar un compromiso entre China y la Comisión Europea", apuntó el presidente del Gobierno.
Nuestro país es otro de los que más podría sufrir las posibles represalias desde la República Popular, que tiene abierta una investigación antidumping a las importaciones cárnicas. España es el principal exportador de carne de cerdo al país asiático, acogiendo un 21 %. En 2023, China importó un total 560.488 toneladas de porcino desde España, por valor de más de 1.223 millones de euros.