En cuestión de cinco años, en España ha perdido más dos millones de conductores con carnet de conducir B. Las nuevas formas de movilidad en ciudad, donde se concentra la gran parte de la población, sumado a la posibilidad, y necesidad, de comprar o no un coche se encuentran entre las causas.
Lo cierto es que las nuevas expediciones de este permiso han bajado notablemente en los últimos años: en 2008 los nuevos conductores de coche se fijaban en 1,25 millones, pero esta cifra ha ido descendiendo desde entonces bajando del millón en 2009 para llegar a los poco más de 700.000 en 2020.
Y es que los jóvenes, esencialmente los que viven en grandes ciudades, por lo general ya no tienen tanto interés en sacarse el carnet de coche. O más bien necesidad. Según un reciente estudio publicado por Uber, sólo el 58 % se ha sacado el permiso frente al 81 % de la generación baby boom.
Más de dos millones de conductores menos desde 2015... y cada vez menos nuevos
Según las estadísticas de la DGT, el censo de conductores con permiso B ha pasado de 18,9 millones en 2017 (que fue el año con más automovilistas censados de los últimos ocho) a los actuales 16,3 millones de 2020, que es el último ejercicio del que se tienen datos.
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conductores con permiso b |
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2020 |
16.370.315 |
2019 |
16.345.897 |
2018 |
19.150.897 |
2017 |
18.910.314 |
2016 |
18.703.042 |
2015 |
18.448.076 |
2014 |
18.268.434 |
2013 |
18.181.357 |
Hablamos por tanto de 2,53 millones de conductores menos. Y esto se relaciona directamente con la reducción de nuevas expediciones del carnet de coche que se ha experimentado en la última década.
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nuevas expediciones permiso b |
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2020 |
700.802 |
2019 |
863.674 |
2018 |
775.112 |
2017 |
632.512 |
2016 |
715.368 |
2015 |
713.014 |
2014 |
659.240 |
2013 |
654.924 |
2012 |
708.631 |
2011 |
749.810 |
2010 |
823.900 |
2009 |
977.035 |
2008 |
1.252.354 |
Hace 12 años, en 2008, se registraron un total de 1,25 millones de nuevos conductores. Desde entonces, la cifra de nuevas expediciones no ha superado el millón. El registro más bajo se fijó en 2017, con 632.512, seguido de 2013 (654.924) y 2014 (659.240).
También 2020 experimentó un numero menor que los años inmediatos anteriores. En parte debido a la pandemia que paralizó clases prácticas y teóricas durante los casi tres meses de confinamiento total. Aunque con el miedo al contagio en el transporte, ha habido un ligero repunte en el uso del vehículo particular.
Pero a grandes rasgos, la tendencia ha sido a la baja. Si tomamos como referencia 2008, siendo el último año que más de un millón de conductores se sacaron el carnet, y lo comparamos con los últimos datos, de 2020, hablamos de más de medio millón de automovilistas nuevos menos (551.552)
Menos del 60 % de los jóvenes se saca el carnet: antes lo hacía más del 80 %
Teniendo en cuenta que la mayoría de conductores que tienden a sacarse el carnet son jóvenes (normalmente de entre 20 y 30 años), estamos ante un nuevo escenario donde tener carnet y coche ha dejado de ser una prioridad si lo comparamos con anteriores generaciones.
Así lo refleja por ejemplo un reciente estudio publicado por Uber, que concluye que solo el 58 % de los jóvenes nacidos a partir de 1995, es decir con 25 años, tiene carnet de coche en comparación al 81 % de la generación de los llamados boomers que, con esa edad, ya disponía de permiso.
La tendencia ha sido siempre descendente desde esta generación del baby boom: los nacidos entre 1965 y principios de los 80 se fijaban en un 78 % y los señalados como millenials, nacidos aproximadamente entre 1982 y hasta 1995, hacían lo propio en un 74 %.
Bien es cierto que se trata de un estudio realizado sobre unas muestra de 2.500 entrevistados. No obstante, puede servir como indicativo para la realidad actual pues si tomamos como referencia las nuevas expediciones del permiso de 2020 en comparación a las 2008, nos encontramos con una reducción cercana al 56 %.
Por otro lado, en cuanto a ratios de edad, en 2020, los jóvenes de entre 21 y 24 años con carnet de conducir se fijaban en 1.007.126 y los de entre 25 y 29 años en 1.397.222.
La franja de edad de conductores con el permiso B más numerosa es la comprendida entre los 40 y los 44 años de edad, con 1.933.722, seguida de los de entre 45 y 49 años: 1.838.813.
Estamos hablando por tanto de 3,77 millones de conductores de más de 40 y hasta los 50 frente a 2,4 millones de los más jóvenes.
¿Por qué están bajando los conductores jóvenes?
Entre las causas que señala Uber para que cada vez menos jóvenes se saque el carnet de conducir está el de las nuevas formas de movilidad (bicicletas, patinetes y los propios servicios de taxi y VTC). El 65 % de los encuestados las señala como principal motivo para prescindir del carnet y por tanto del automóvil.
Por detrás se sitúan otras, como el miedo a conducir (36,5%), el elevado coste que supone tener un coche (25%), que incluye tanto la compra como el mantenimiento del mismo, o el coste del propio carné de conducir (22%). Lo siguen otras como el de conduce otra persona (20 %) o la falta de tiempo (15 %).
Sin embargo, y más allá de este estudio, es determinante donde se resida para prescindir o no de tener coche o al menos carnet de conducir. Aunque en general, y pese a la penetración del carsharing en las ciudades, van unidos.
Menor cultura del coche. Bien es cierto que ésta va por barrios y que España nunca ha estado a la altura de EE.UU (donde los precios muchos más bajo siempre han sido clave) o países europeos como Italia o Alemania, con mucha mayor tradición automovilística. En nuestro país, generalmente, ha estado más ligado a la funcionalidad que al aspecto pasional.
Menos sentido en las grandes ciudades. Dado que el coche se entiende aquí desde un punto de vista esencialmente funcional, en los últimos años con las llegada de nuevas formas de movilidad éste se ha visto diluido. Aunque esto se aprecia sobre todo en las ciudades.
Es decir, que la tendencia en grandes urbes como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla es que no se precise tanto el coche para moverse, donde además sacarse el carnet es más caro.
Sin embargo, la cosa cambia si se reside en localidades de la periferia de las mismas, pues el transporte público no siempre cubre las necesidades de movilidad. Y en ese caso se hace el esfuerzo de invertir en obtener el carnet y el coche pues se gana tanto en libertad como en reducción del tiempo para los trayectos.
Y ni que decir tiene si se vive en otras zonas más despobladas o municipios más pequeños donde el vehículo privado es esencial para tener libertad de movimientos.
Restricciones medioambientales. Por otro lado, las restricciones de movilidad a los más contaminantes en las ciudades más grandes del país también están contribuyendo a dejar el coche. Y seguirá haciéndolo: todas las poblaciones españolas de más de 50.000 habitantes deberán contar con una Zona de Bajas Emisiones.
Por ejemplo Madrid vetará por completo a los sin etiqueta en 2025 y Barcelona ya lo hace en toda la ciudad y parte de la periferia, aunque sujeto a horario y días entre semana.
Y esto se relaciona inmediatamente con la compra de un coche, pues si bien la oferta de alternativos es creciente, son en general aún caros en comparación a los térmicos, cuya oferta además es mayor. De ahí que las marcas estén apostando por la compra flexible, el alquiler de particulares o la suscripción.
Crisis económica. Además, en el caso de los jóvenes, se suma el hecho de que no cuenten actualmente con el poder adquisitivo necesario para adquirir y mantener un coche. No hay que olvidar que la tasa de paro ha crecido exponencialmente en este estrato de edad en los últimos años a sazón de la crisis económica.
Coches más caros. A todo ello se suma que, más allá de ofertas o el mercado de segunda mano, el precio de los coches se ha incrementado notablemente: primero por las mecánicas electrificadas y segundo por la dotación tecnológica.
Asimismo, los segmentos más asequibles cada vez integran más equipamiento de categorías superiores, siendo la tendencia actual, y la propia oferta tiende a la moda SUV, que son vehículos más grandes y por tanto más costosos.
En conclusión, todo suma. Y aunque todavía hay muchos jóvenes que optan por tener coche y sacarse el carnet, en general la tendencia es a la baja y el horizonte pinta a una inclinación a la baja. Al menos desde el prisma de este momento.
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