Algunas de las compañías de energía más grandes del mundo, entre las que se encuentran ACWA Power, Iberdrola o Envision, se han unido al proyecto de la ONU bautizado como 'Green Hydrogen Catapult', con el objetivo de reducir el coste de producción del hidrógeno verde.
Y es que actualmente producir hidrógeno a partir de energías renovables -como el producido por electrólisis- está lejos de ser competitivo; por eso esta plataforma apunta a reducir el costo del hidrógeno a menos de 2 dólares por kilogramo para 2026, un precio muy inferior al actual.
Objetivo: desplazar a los combustibles fósiles
La plataforma 'Green Hydrogen Catapult' está vinculada a la campaña 'Race to Zero' de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Las siete empresas asociadas pretenden hacer caer el coste con 25 GW de producción de hidrógeno verde para 2026, aproximadamente 50 veces más de lo que se produce actualmente.
El proyecto cita un estudio del grupo empresarial Hydrogen Council, que establece que 2 dólares por kilogramo representa un punto de inflexión en la producción de hidrógeno (y países como Japón están cerca de conseguirlo).
Las empresas involucradas incluyen al fabricante danés de turbinas eólicas Ørsted y la eléctrica española Iberdrola, así como los desarrolladores de energía renovable ACWA Power, de Arabia Saudita, CWP Renewables de Australia, la red de gas italiana Snam, la empresa química Yara International y el fabricante chino de turbinas eólicas Envision.
Calculan que esto requerirá una inversión de 110.000 millones de dólares, lo que aseguran generará 120.000 puestos de trabajo.
Según la Agencia Internacional de la Energía, 1 kilogramo de hidrógeno verde, que contiene unos 33,3 kWh, cuesta entre 3,50 y 5 euros, lo que supone entre 0,10 euros/kWh y 0,15 euros/kWh.
En cambio, el hidrógeno obtenido a partir del reformado de gas natural -un método que emite grandes cantidades de CO₂ a la atmósfera- cuesta 1,5 euros/kg o 0,045 euros/kWh.
Pero además, para que la producción de hidrógeno verde sea competitiva es vital que se nivele el coste de las energías renovables -que supone hasta el 60 % del precio del hidrógeno verde- y su expansión.
Una vez alcanzada la meta, este hidrógeno se podría usar para eliminar las emisiones de la industria pesada, como la del refino, la producción de acero y de productos químicos, el transporte o la calefacción de edificios.
El amoníaco verde, un derivado del hidrógeno verde, también se está probando para desplazar los combustibles fósiles en la generación de energía térmica.
En este escenario, Iberdrola ha puesto en marcha la que será la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial en Europa. La planta de Puertollano (Ciudad Real) estará integrada por una planta solar fotovoltaica de 100 MW, un sistema de baterías de iones de litio con una capacidad de almacenamiento de 20 MWh y uno de los mayores sistemas de producción de hidrógeno mediante electrolisis del mundo (20 MW).
En 2021 ya estarán instalados los primeros MW en España, que se completarán con más iniciativas en otros países. Mientras tanto, se espera que la primera planta de hidrógeno verde de España esté operativa en la planta que tiene Bizkaia Energia en Amorebieta (Vizcaya) para el año 2022.
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