El Gobierno ha dado luz verde a nuevas ayudas para el sector de la automoción y centradas en el impulso del coche eléctrico y conectado. Se trata del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE-VEC), cuyas bases se recogen en la Orden ICT/1466/2021 recién publicada en el Boletín Oficial del Estado.
Estos incentivos para actuaciones integrales de la cadena industrial del vehículo eléctrico y conectado, han sido aprobadas por la Comisión Europea y contarán con un presupuesto de 2.975 millones de euros.
Y se complementan con las del Plan Moves (ayudas a la compra y de infraestructura de carga), así como con el Programa Moves Proyectos Singulares, para, según detalla el Ministerio de Industria, "la creación del ecosistema necesario para que se pueda fabricar y desarrollar de manera integral el vehículo eléctrico y conectado en España".
Solicitudes colaborativas y varias exigencias
Las ayudas han sido diseñadas para estar activas entre 2021 y 2023 y disponen de una dotación máxima de 2.975 millones de euros, de los cuales 1.425 millones de euros serán en forma de préstamo y 1.550 millones en forma de subvenciones. Además, se estima que movilizarán una inversión privada de 11.900 millones de euros.
No obstante, el plazo máximo de realización de proyectos amparados en estos incentivos será hasta el 30 de septiembre de 2025.
En cuanto a quién y cómo se pueden solicitar estos incentivos, la orden ahora publicada establece un modelo colaborativo de solicitud. Así empresas y entidades deberán constituirse como una agrupación de empresas sin personalidad jurídica.
De esta manera, los beneficiarios tienen que cumplir lo siguientes requisitos:
- Los miembros serán entidades personas jurídicas, públicas o privadas, con personalidad jurídica propia, legalmente constituidas en España y debidamente inscritas en el registro correspondiente, con independencia de su forma jurídica y su tamaño.
- Las agrupaciones deben estar organizadas en torno al sector industrial de automoción con una combinación, como mínimo de cinco entidades jurídicas diferenciadas que no pertenezcan al mismo grupo empresarial, ni constituir empresas controladas en igualdad de condiciones por dos cualesquiera de las entidades participantes que formen parte de la Agrupación. De las entidades participantes, al menos una de ellas, pertenecerá al CNAE 291 (fabricación de vehículos de motor), y otra pertenecerá al CNAE 293 (fabricación de componentes, piezas y accesorios para vehículos de motor).
- La agrupación debe estar integrada, al menos, por un 40% de pymes.
- Deberán contar con la colaboración de, al menos, un proveedor de tecnología y/o conocimiento y que como tal, tenga la capacidad técnica y organizativa suficiente para la realización de las actividades de I+D+i que incorpore el proyecto tractor. Esta entidad proveedora de conocimiento puede ser una de las empresas.
- Deberán tener implantación en un ámbito geográfico que abarque al menos a dos CCAA.
En cuanto a los tipos de proyectos que subvencionan, los mismos son de diferente índole:
- Línea de Investigación, Desarrollo e Innovación: proyectos de investigación industrial, desarrollo experimental, y proyectos de innovación en materia de organización y procesos.
- Línea de Innovación en Sostenibilidad y Eficiencia Energética. Inversiones con carácter innovador destinadas a la protección del medio ambiente, al ahorro energético o a la eficiencia energética.
- Línea de ayudas regionales a la inversión en zonas asistidas. Proyectos para la creación de nuevos establecimientos, modificación de líneas de producción o inversiones iniciales en favor de una nueva actividad económica según los parámetros y restricciones establecidos en la normativa comunitaria.
- Línea de ayudas a la formación.
Ayudar a impulsar el coche eléctrico, aún incipiente
Esta medida busca ser un soplo de aire fresco para el sector de automóvil, que atraviesa una dura crisis tanto a nivel de ventas como de fabricación, golpeado tanto por la pandemia como por la crisis de microchips, que aún seguirá presente en 2022, y que ya se traduce en un retraso de 250.000 pedidos de clientes.
Según defiende la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, "va a favorecer la atracción de inversiones a España y reforzar a todo el ecosistema de automoción español" así como "el desarrollo de nuevas actividades en torno a la cadena de valor industrial del vehículo eléctrico y conectado".
Asimismo, Maroto presume de que todo ello permitirá a España "ser líder de electromovilidad a nivel europeo". Una aseveración un tanto ambiciosa, dado que aún estamos lejos en infraestructura así como en ventas de cero emisiones en comparación a otros países de la UE.
Desde la industria del automóvil española han aplaudido la llegada de estos incentivos: "Es una buena noticia que el primer PERTE aprobado sea para la industria de la automoción, porque reconoce el peso específico de este sector en España, su importancia en la economía y el empleo", señala José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Según López-Tafall esta inyección a sector ayudará a España a "seguir manteniendo nuestra posición como segundo fabricante europeo de vehículos". Y es que precisamente el sector se encomienda a los electrificados, y en concreto al coche eléctrico, para capear esta crisis que ya parece endémica.
En lo que llevamos de 2021, y a falta de sumar los datos de diciembre, las plantas españolas han dado salida a un total de 69.173 vehículos 100 % eléctricos de los cuales 60.174 son coches cero emisiones.
Si bien supone más de un 50 % que los concebidos en 2020, solo representan el 3,5 % de los vehículos ensamblados en España. Si se suman los coches híbridos enchufables (112.059), que son los alternativos fabricados más numerosos en nuestras fronteras, su cuota asciende al 11,1 %, estando muy alejada de los de combustión (86,3 %).
Los modelos cero emisiones que se fabrican en nuestras plantas son por ejemplo el B-SUV Peugeot e-2008 (Vigo), el Opel Corsa-e (Figueruelas) o el Citroën ë-C4 (Madrid - Villaverde). Y también industriales como la Mercedes-Benz Vito eléctrica (Vitoria) o las Citroën ë-Berlingo, Opel Combo-e y Peugeot e-Rifter (Vigo).
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