Una de las principales cuestiones en torno al coche eléctrico es si su auge se mantendrá a flote sin ayudas. En países donde los subsidios estatales llevan activos más de una década, como es el caso de China, ya se plantean el fin de las ayudas, y lo mismo está ocurriendo en Europa.
Y Alemania, que vislumbra este escenario para 2025, tiene otra poderosa razón para borrar las ayudas del mapa: la gente y las grandes empresas están comprando coches eléctricos con ayudas del Estado para sacar tajada con la reventa en otros países.
Cuando aprovechas las ayudas para hacer negocio
Un reportaje de Financial Times ha dejado al descubierto una situación susceptible de fraude: las grandes flotas corporativas alemanas están ganando dinero con la venta de coches eléctricos subsidiados por los contribuyentes alemanes.
Según los datos recogidos por la cabecera económica, más de 100.000 vehículos eléctricos, incluidos miles de Tesla, ha sido vendidos con un sobreprecio en el extranjero en los últimos 10 años.
¿Pero a dónde? A países vecinos en los que los coches eléctricos no gozan del mismo esquema de incentivos y donde son más caros, como es el caso de Dinamarca.
Aquí los datos de la asociación danesa de importadores de automóviles De Danske Bilimportøre muestran que la cantidad de coches eléctricos registrados en el país es mayor que los comprados dentro de las fronteras, sugiriendo un claro patrón de importaciones.
"Para cuando se registre el millón de nuevos vehículos eléctricos de pasajeros a final de este año, cerca de una quinta parte habrán dejado las carreteras alemanas durante la última década", explica Matthias Schmidt, analista con sede en Berlín que llevó a cabo el estudio.
Schmidt también descubrió que de los 98.000 Tesla registrados en Alemania en julio de este año, solo 76.690 permanecen en las carreteras del país, lo que significa que uno de cada cinco Tesla ha abandonado el mercado alemán.
Y resume: "El perdedor es el contribuyente alemán, que indirectamente subsidia el aire limpio en ciudades fuera de Alemania".
Desde la esfera política denuncian que en muchos de estos casos de reventa ni siquiera hubo un periodo de espera de un año, exponiendo un mecanismo de ayudas a la compra -que nació en 2016 y que otorga hasta 6.000 euros por coche- con evidentes fallos.
En este sentido, Alemania ya ha avisado de que recortará no solo las ayudas a la compra de híbridos enchufables, sino también la de eléctricos puros para 2025.
Entre las medidas a adoptar se encuentra una rebaja progresiva de las subvenciones de 6.000 a 4.000 euros por vehículo en 2023, el fin de las ayudas a finales de 2025 y entre medias el aumento del tiempo que un comprador debe esperar para vender su coche.
Pasará así de seis meses a un año; de lo contrario, deberá devolver la subvención.