Honda, Isuzu y Honda R&D -una subsidiaria de I+D de la firma nipona- han firmado un acuerdo para empezar a investigar en la esfera de la pila de combustible de hidrógeno aplicada a camiones pesados. De esta asociación deberá trazarse una hoja de ruta que aborde los principales retos a los que se enfrentan los vehículos de hidrógeno: el costo y la infraestructura.
Isuzu ha estado buscando mejorar la línea de sus camiones para responder a la creciente demanda de vehículos autónomos y de bajas emisiones, mientras que Honda, que fabrica vehículos con celdas de combustible Clarity, busca expandir la aplicación de su tecnología más allá del uso para vehículos de pasajeros.
Honda e Isuzu han dicho que "el uso de camiones con celdas de combustible y energía de hidrógeno puede contribuir a la prosperidad futura de la industria de la logística y todas las demás industrias en nuestra sociedad y a la pronta realización de una sociedad de hidrógeno".
Lo cierto es que Japón, junto a Alemania con alrededor de 77 hidrogeneras, es el país que más ha apostado por esta tecnología y que más ha invertido en infraestructura.
Con un rápido vistazo al mapa de la web H2 Stations podemos ver que tanto en Europa occidental como en Japón, el número de hidrogeneras activas (96) es claramente mayor que en el resto de territorios:
El hidrógeno presenta muchas ventajas frente a las baterías de iones de litio, como la recarga rápida y autonomías de hasta 600 km. Pero también presenta desventajas, como el coste por kilo de hidrógeno y el coste energético real tras un proceso de extracción o hidrólisis, licuado, transporte, almacenamiento, controles de seguridad, etc.
Todo punta a que será un proceso largo; tengamos en cuenta que la Asociación Española del Hidrógeno, por poner un ejemplo, fue fundada en 2002 para fomentar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno como vector energético, e impulsar su utilización en aplicaciones industriales y comerciales.
18 años después, en España el único coche de hidrógeno que hay a la venta es el Hyundai Nexo, un coche que parte de los 70.000 euros y del que solo existe una unidad matriculada.
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