Al igual que hay manías y vicios que pueden perjudicar la mecánica de un vehículo con motor de combustión, el coche eléctrico tiene sus propias reglas no escritas, y sus trucos (como precalentar el habitáculo para mantener la autonomía en los meses más fríos).
Aquí van algunos buenos hábitos tanto para alargar la vida útil de las baterías de tu coche eléctrico como para recargarlas de manera óptima.
La vida útil de las baterías depende de muchos factores, aunque se sitúan alrededor de los ocho años o entre 150.000 y 200.000 km.
Algunas marcas como Volkswagen se comprometen a que después de ocho años o 160.000 km el 80 % de la capacidad de las baterías de sus coches eléctricos seguirá estando disponible. Otros como Volvo con su C40 Recharge cifran una vida útil de 200.000 km.
Pero a pesar de que es inevitable que la batería acabe perdiendo su capacidad, hay algunos hábitos que favorecen que este momento se alargue en el tiempo.
No esperes a que las baterías estén totalmente descargadas: hay que mantenerlas entre el 20 y el 80%
A parte del riesgo de que te quedes tirado, esperar a que se agote la batería es uno de los peores hábitos.
A partir del momento en que a la batería le queda aproximadamente un 30 % de carga, debemos iniciar la recarga para evitar que se acabe dañando por no contar con la potencia mínima para poder llevar a cabo el proceso y pierda capacidad.
No obstante, los sistemas de a bordo nos indican en todo momento la autonomía y el nivel de carga de batería, e incluso evitan que la energía se descargue por completo. Aunque ninguna batería se quedará nunca al cero (capacidad útil vs capacidad total) el porcentaje entre las dos capacidades es muy variable de una marca a otra.
Tampoco se recomienda cargar un coche eléctrico al 100 %, aunque cada fabricante indica sus propias recomendaciones en base al modelo. Lo óptimo es mantenerlas siempre entre el 20 y el 80 % de su capacidad.
Evita hacer uso de la carga rápida CC de forma asidua
El uso sistemático de estaciones de carga rápida de nivel 3, de corriente continua y alto voltaje, genera calor que puede acortar la vida útil de la batería y puede dañar el material activo en su interior.
Lo mejor para la batería de tu automóvil eléctrico es recargarla en un cargador destinado específicamente para ello y con recarga lenta. Si lo haces nada más aparcarlo los sistemas de refrigeración de la batería ayudarán a su mejor conservación.
Siempre es mejor utilizar cargadores lentos o semirrápidos para las cargas normales y rutinarias y dejar solo los cargadores rápidos en aquellas ocasiones puntuales, ya que las baterías a pesar de estar preparadas aceptan mejor las cargas no tan rápidas.
Del mismo modo, cargar de forma habitual con potencias superiores a la capacidad de la batería de tu vehículo eléctrico también puede dañar su vida útil.
No dejes el coche sin cargar durante mucho tiempo, aunque no lo estés usando
Si debemos estacionar nuestro coche eléctrico por un largo período de tiempo, es mejor dejarlo enchufado y programado para que se cargue hasta el 80 %. Así, evitamos, por un lado, una carga completa y su consiguiente sobrecalentamiento y, por otro lado, una descarga total.
En principio, se recomienda que el tiempo de carga de un vehículo eléctrico no supere las dos semanas. Solo de esta manera se pueden reducir los daños en la batería causados por mantener un vehículo eléctrico sin utilizar durante mucho tiempo.
No compartas cargador en una estación si quieres ahorrar tiempo
Es posible que alguna vez hayas visto en una electrolinera que al 'repostar' se deja un hueco libre entre cada coche a la hora de cargar. No es que sean antisociales (o quizá también), sino que en muchos casos la potencia disponible del punto se reparte entre dos.
Evita aparcar el coche en lugares con temperaturas muy altas o muy bajas...
Las temperaturas extremas y la humedad afectan mucho a los componentes de las baterías de iones de litio y a la autonomía del coche, ya sea eléctrico o híbrido enchufable.
Evita aparcar al sol en verano de forma asidua, y si hace mucho calor mantén el vehículo enchufado para que pueda funcionar el sistema de refrigeración de la batería.
... ¡y conduce de manera suave!
Una conducción agresiva incide en un uso más intensivo de los paquetes de baterías.
Pisa el acelerador de manera suave y aprovecha las inercias y retenciones con el freno para recargar la batería, transformando energía cinética en energía eléctrica.
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