Apenas unos días después de que Cruise y Waymo obtuvieron la autorización de operar sus robotaxis sin restricciones en las calles de San Francisco, 24 horas al día, los siete días de la semana y pudiendo ahora cobrar por los viajes. Hasta ahora tenían limitados los horarios en los que sus coches autónomos podían circular y no podían cobrar por los viajes.
Y sin embargo, Cruise (que es propiedad de General Motors desde 2016) tan sólo una semana después de obtener la ansiada autorización ha tenido que reducir a la mitad su flota que opera en San Francisco a petición del estado de California.
¿La razón? Uno de sus Chevrolet Bolt autónomos chocó contra con un camión de bomberos en servicio, provocando un herido leve.
La autorización de operar las 24 horas no estuvo exenta de polémica, ya que son numerosos los atascos y los incidentes protagonizados por los coches autónomos de ambas compañías, especialmente con los vehículos de emergencia.
A consecuencia de este último accidente, el Departamento de Vehículos a Motor de California (DMV), que supervisa las pruebas y el despliegue de vehículos autónomos en el estado, pidió el jueves a Cruise que redujera sus operaciones a la mitad.
A vueltas con la coexistencia de los coches autónomos y los vehículos de emergencia
Cruise accedió, comprometiéndose a no operar más de 50 robotaxis durante el día y 150 por la noche hasta que el DMV concluya su investigación sobre cómo uno de los Chevrolet Bolt autónomos de Cruise colisionó con un camión de bomberos la semana pasada.
Según Cruise, su coche, que no tenía conductor en ese momento, "entró en la intersección con el semáforo en verde" antes de ser "golpeado por un vehículo de emergencia." El camión de bomberos se dirigía a una emergencia, lo que sugiere que el robotaxi de Cruise no habría cedido el paso a un vehículo de emergencia.
Además, un pasajero que viajaba en el robotaxi resultó herido leve, aunque fue trasladado en ambulancia a un hospital.
Los bomberos de San Francisco ya habían expresado anteriormente en numerosas ocasiones su preocupación por los varios incidentes en los que un robotaxi llegó a entorpecer el trabajo de los servicios de emergencia.
Desde que Cruise y Waymo han empezado a realizar pruebas en San Francisco, sus vehículos han provocado atascos en múltiples ocasiones, hasta el punto que algunos habitantes de la ciudad se han hartado y han empezado a boicotearlos.