El tren de levitación magnética, también conocido como maglev (del inglés magnetic levitation) es un tipo de transporte que lleva décadas sobre la mesa para sustituir al tren convencional y acabar con sus inconvenientes, pero nunca ha terminado de despegar, a pesar de que se han llevado a cabo muchos proyectos de maglev en todo el mundo.
El problema que ha tenido hasta ahora el maglev es la necesidad de tener una infraestructura específica para funcionar, es decir, unas vías distintas a las convencionales, y eso implica disparar los costes. Sin embargo, una empresa italiana parece haber encontrado la solución.
Un maglev italiano ha logrado circular sin problema por una vía de tren convencional
El tren es uno de los medios de transporte más cómodos que existen, sobre todo desde que llegó la alta velocidad, pero todavía tiene algún inconveniente para los pasajeros, como las vibraciones y el ruido que produce la fricción de las ruedas con las vías.
Para las empresas, los trenes, tal y como los conocemos, tienen margen de mejora. Pueden ser más rápidos, ahorrar energía y ser menos costosos desde el punto de vista del mantenimiento.
Los trenes de levitación magnética, también conocidos como maglev, pueden ser la solución a todo. Utilizan imanes para sustentarse sobre las vías y propulsarse, de manera que evitan la fricción de las ruedas con el metal, por lo que son más eficientes, más rápidos (han llegado a superar los 600 km/h) y más confortables.
La idea de sustituir los trenes convencionales por trenes de levitación magnética lleva barajándose desde hace décadas, incluso se han puesto en marcha varios proyectos comerciales en varios lugares del mundo, pero el maglev nunca ha terminado de despegar.
La culpa del “fracaso” del maglev es de los elevados costes que conlleva construir la infraestructura específica que necesita para funcionar. O al menos que necesitaba porque una empresa italiana parece haber encontrado la solución a este problema.
IronLev ha desarrollado un maglev que puede funcionar sobre vías de tren convencionales. Hace unos días, esta compañía italiana llevó a cabo la primera prueba de levitación magnética de la historia sobre una infraestructura que ya existía. Su maglev ha completado con éxito la ruta Adria-Mestre, en Italia, aplicando levitación magnética sobre raíles convencionales que ya estaban en uso.
El prototipo que ha utilizado IronLev para realizar esta prueba ha viajado a una velocidad de 70 km/h en un tramo de dos kilómetros. Este maglev funciona como el resto, utilizando la levitación magnética para crear un “colchón” de aire y “flotar” sobre las vías, de manera que se separa físicamente de los raíles para reducir la fricción, el ruido y las vibraciones.
También reduce drásticamente el consumo energético respecto a un tren convencional y sus costes de mantenimiento no tienen nada que ver con los de cualquier otro maglev, puesto que puede utilizar la misma infraestructura que el resto de trenes.
El siguiente paso que pretende dar IronLev, que ya utiliza su tecnología de levitación magnética para otras aplicaciones, como los ascensores y mover grandes cargas, es desarrollar un prototipo de maglev que pueda llevar hasta 20 toneladas de carga y circular a velocidades superiores a los 200 km/h, según ha explicado el director de la empresa a Reuters.
En declaraciones a ese medio, el máximo responsable de IronLev ha señalado: "Algunos de nuestros competidores han llevado a cabo pruebas en vías específicas construidas para utilizar un vehículo de levitación magnética. Hemos demostrado que nuestro vehículo puede levitar en una vía existente, esto la convierte en una tecnología fácilmente utilizable”.