Imaginemos que en cualquiera de nuestras Comunidades quisiera instalarse un equipo de F1, que construyese una modernísima factoría totalmente limpia y que diera trabajo en ella a 400 ingenieros y técnicos del máximo nivel, con lo que eso significa para la economía local de una comarca. Aplaudiríamos con las orejas.
Pues en Gran Bretaña, no. El proyecto de Prodrive F1 se está encontrando con la oposición vecinal y de las autoridades locales. Los argumentos en contra son estúpidos: aumento del tráfico en una zona verde y que esos trabajadores superespecializados vendrían de fuera del pueblo. Como si esa gente no necesitase vivir o no fueran necesarias industrias auxiliares.
Vía | pitpass
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