Ante las críticas por lo sucedido en Indianápolis, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha enviado un comunicado a la prensa del que destacamos los siguientes fragmentos:
«La Fórmula Uno es un concurso deportivo que debe operar según unas reglas claras que no deben negociarse cada vez que un competidor lleva un equipamiento inadecuado a una carrera».
« En Indianápolis supimos que los neumáticos de Michelin podrían ser inseguros a menos que sus coches fueran ralentizados en la curva principal. Comprendimos la situación y, entre otras sugerencias, ofrecimos la posibilidad de ayudarlos controlando las velocidades de sus monoplazas y penalizando cualquier exceso. Sin embargo, los equipos Michelin rechazaron la propuesta, a menos que también afectara a los equipos Bridgestone, y sugirieron la colocación de una variante».
« Los equipos Michelin parecían incapaces de entender que ello implicaría falta de deportividad y contravendría las reglas. Los equipos Bridgestone tenían los neumáticos apropiados y no necesitaban aminorar la marcha en ese punto».
«Una menor velocidad de los equipos Michelin en la curva 13 habría sido el resultado directo de contar con un equipamiento inferior, algo que suele suceder en la Fórmula Uno”
La FIA recuerda que el 1 de junio de 2005 escribió a todos los equipos y a ambos fabricantes de neumáticos y les comunicó que las ruedas «deben ser fabricadas para responder adecuadamente bajo cualquier tipo de circunstancias».
«Una ‘chicane’ habría forzado a todos los coches, incluidos los equipados con neumáticos ideados para a altas velocidades, a correr en un circuito notablemente alterado, en el que se pasaría de rodar a muy alta velocidad (por la curva 13) a hacerlo despacio y en una zona revirada», agrega la FIA.
Asimismo, dice que la instalación de dicha variante «habría obligado a no respetar los modernos sistemas de seguridad, y con la posibilidad añadida de afectar a los coches y a sus frenos».
« No es difícil imaginar qué reacción tendría un tribunal estadounidense en el caso de que se produjera un accidente. La FIA tendría que admitir que habría fallado a la hora de aplicar sus propias normas de seguridad».
« La razón para esta debacle está clara. Cada equipo tiene la posibilidad de llevar a cada gran premio dos tipos de neumáticos: uno principal y otro de apoyo, más lento, pero igualmente fiable. Aparentemente, ninguno de los dos tipos de compuestos que llevó Michelin a Indianápolis habría servido como segunda opción. La empresa incluso anunció que llevaría otro tipo de ruedas desde Francia, pero precisó que éstas tampoco serían totalmente seguras».
« ¿Y qué ocurre con los aficionados estadounidenses y con los del resto del mundo? En vez de boicotear la carrera los equipos Michelin deberían haber aceptado correr reduciendo sus velocidades en la curva 13. De esta forma, las reglas se habría cumplido, ellos habrían tenido la opción de sumar puntos y los espectadores habrían tenido una carrera»
«Al haber rechazado correr a menos que la FIA hubiera roto sus propias reglas, lo que había sido injusto para los equipos Bridgestone, los equipos Michelin se han perjudicado a ellos mismos y a deporte», termina la federación.
Por otro lado la FIA convoca para el 29 de junio en la sede de París a los siete equipos equipados con neumáticos Michelin y que este domingo se retiraron del Gran Premio de Estados Unidos tras la vuelta de formación.