La Fórmula 1 podría experimentar un cambio importante en el reglamento técnico antes de lo previsto. Cuando se implementó el efecto suelo en 2022 parecía que habría estabilidad normativa hasta 2025, pero el mandamás técnico de la Fórmula 1, Nikolas Tombazis, ha confirmado que están estudiando hacer cambios antes.
No sería una gran revolución, sino más bien ajustes cruciales en partes clave de los monoplazas. El objetivo oficial es conseguir que los coches puedan perseguirse más de cerca entre ellos, pero de fondo resuena otra teoría: se está buscando la forma de terminar con el soporífero dominio de Red Bull en la Fórmula 1.
La Fórmula 1 quiere que los coches se puedan volver a seguir de cerca
"Hemos identificado algunas partes de los coches sobre las que actuar, como el endplate del alerón delantero, el lateral del suelo y las aletas del interior de las rueda. Podríamos establecer normas algo más restrictivas en estas zonas", reconoce el griego Tombazis en una reciente entrevista con Motorsport.
Y es que da la sensación de que en esta temporada 2023 el espectáculo ha decrecido mucho respecto al año anterior. Está claro que una de las causas es el dominio somnífero que está aplicando Red Bull, y que tiene a Max Verstappen como ganador prácticamente de todas las carreras y Sergio Pérez segundo del mundial.
Pero no es el único motivo. La FIA ha identificado que los coches ya no pueden perseguirse tan de cerca como hace un año, y creen que se debe a añadidos que los equipos han ido incorporando a la aerodinámica. "En 2022 había una reducción del 20% de la carga rodando tras otro coche, pero ahora estamos en torno al 35%", dice Tombazis.
El máximo temor de la FIA es volver a valores como los de 2020 y 2021, antes del actual reglamento, cuando se perdía más del 50% de carga aerodinámica rodando tras otro coche, lo que truncaba las opciones de adelantamiento. "Tenemos derecho a actuar sobre las piezas cuando vemos algo que no nos convence", recuerda el griego.
Y es que recordemos que la FIA cuando redactó el nuevo reglamento se guardó bajo la manga la potestad de ilegalizar o matizar cualquier pieza o diseño que fuese contra el espíritu de una norma, aunque cumpliese la letra. Ross Brawn, por entonces director deportivo de la Fórmula 1, reconoció que irían contra cualquier cosa que desequilibrase el mundial.
En cualquier caso, difícilmente estos cambios lleguen ya para 2024, porque los diseños de los monoplazas están muy avanzados.