Cuando hace un par de años hablamos del desembarco de Toyota Racing en el WEC, el mundial de resistencia revitalizado por la FIA, mencionamos la carrera de fondo que había de disputarse hasta llegar a los objetivos marcados, es decir, proclamarse campeones del mundo de pilotos y de constructores. Lo han conseguido matemáticamente Anthony Davidson y Sébastien Buemi tras las 6 Horas de Baréin.
Tras un período de evolución constante, con victorias desde el primer año (concretamente tres, en Brasil, Fuji y Shanghai), Toyota Hybrid Racing está en condiciones de proclamarse campeona del WEC en el apartado de constructores en la próxima cita del mundial, en Brasil (Interlagos, 30 de noviembre), algo que será posible si los pilotos consiguen administrar la ventaja de 40 puntos que tiene el equipo sobre Audi, segundo clasificado en la general. De ser así, Toyota conseguiría un hito histórico en el WEC, quedando tan solo la guinda del pastel por conseguir: una victoria en las 24 Horas de Le Mans.
Para Anthony Davidson y Sébastien Buemi, este es su primer título de pilotos en una competición a nivel mundial, y desde luego marca un hito en sus carreras deportivas (el propio Davidson afirma que ya se puede "retirar feliz"), y lo han conseguido de una manera peculiar, a falta de una carrera y terminando en la undécima posición la carrera en Baréin. Sus compañeros en el Toyota TS040 Hybrid número 7, vencieron por primera vez esta campaña con Alex Wurz, Stéphane Sarrazin y Mike Conway al volante.
Un punto, justo lo necesario para el campeonato de pilotos
La carrera de Baréin fue emocionante desde el principio, pero se volvió dramática a partir de la segunda hora de competición, cuando el coche número 8, el TS040 de Davidson y Buemi,tuvo que ser reparado al tener que sustituir el alternador, y perdieron un tiempo considerable. Todas las miradas estaban puestas sobre el Audi de sus rivales directos al título, el coche de Andre Lotterer, Benoit Treluyer y Marcel Fassler, pero no pudieron pasar de la cuarta plaza final, y sin los puntos necesarios fueron incapaces de retrasar el campeonato de pilotos hasta la última prueba.
El Toyota número 8 tuvo que pasar 30 minutos en el box y peder 18 vueltas con el líder mientras se reemplazaba el alternador, y una vez hecho esto, tras salir a pista, debió hacer una nueva parada para verificar el buen funcionamiento de esta pieza tan crucial en el tren híbrido de su prototipo. Este retraso hizo que terminasen la carrera en la undécima plaza (pero finalmente se llevaron el punto que da la décima plaza, ya que el coche que entró décimo no estaba inscrito la temporada completa, y por tanto no puntuó).
La victoria del coche número 7 fue motivo también de celebración, al ser la primera del año para ese equipo de pilotos, y quinta global para Toyota Hybrid Racing esta temporada. Juntando esa victoria con el título de pilotos, y con la posibilidad de ser campeones del mundo de constructores en apenas 10 días, se puede decir que esta temporada 2014 está siendo perfecta para el equipo.
Toyota tiene a tiro el primer mundial de constructores en el WEC
Queda una sola prueba del mundial, y hay 40 puntos de ventaja de cara a Interlagos. El equipo Toyota tiene en estos momentos 259 puntos, por delante de Audi con 219, y Porsche con apenas 167 puntos y buscando su primera victoria oficial en el campeonato. La prueba de Brasil no solo es la última del año, sino que será la más emocionante, pues aunque Toyota tiene esos 40 puntos de ventaja en la clasificación no hay espacio para el relax, de ningún modo, por tener a cuatro competidores con opciones de podium al acecho (los dos Audi, los dos Porsche).
Esos 40 puntos de ventaja significan que al equipo Toyota le basta con acumular 4 puntos para, hagan lo que hagan los Audi, ser campeones del mundo de constructores en el World Endurance Championship. Esto es así porque a pesar de que los rivales consiguieran un doblete y la pole position (44 puntos), y Toyota solo 4 puntos, al empatar a puntos, pero tener más victorias, el título sería para la escuadra japonesa.
No cabe duda de que los números están con Toyota, y ganar el campeonato FIA WEC significa corroborar el potencial de las soluciones técnicas en el apartado híbrido, así como los equipos de pilotos (especialmente en el caso del coche número 8) son los mejores del mundo en 2014, por delante de competidores históricos como es el caso. Lo que nos falta ahora, y todos deseamos, es que se cumplan estos deseos y que, en 2015, se consiga por fin la esperadísima victoria en las 24 Horas de Le Mans.