Anteriormente en este Espacio Toyota estuvimos hablando de la historia del Toyota Celica, un coche de corte deportivo que supuso un éxito en carreteras y campeonatos de todo el mundo. A pesar del rotundo éxito parece claro que los grandes fabricantes no pueden depender únicamente de un sector o un modelo. Toyota, allá por 1966, hizo su aparición en el segmento C del mercado con un vehículo útil y que, según algunas de las frases que lo promocionaron durante sus primeros años: es el coche que pedía el mercado. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, del Toyota Corolla.
Su primera generación impactó al público de los años 60 y 70. Llegó con tecnología que sólo se utilizaban en vehículos de alta gama, era espacioso en la parte trasera y el techo era lo suficientemente alto para sentirte como en el salón de tu casa. Se gano al público con su apariencia y es que, según uno de los comerciales de la época, los clientes suspiraban al verlo sin darse cuenta. Pero lo mejor estaba por llegar para un coche que puede decir haber sido el más vendido del mundo.
El impulso definitivo que necesita un coche para convertirse en el más popular del planeta no llega de una estrategia de marketing, ni de un anuncio impactante. El último impulso, el que de verdad genera ventas, es esa información e historias de boca en boca. En otras palabras, nos dejamos recomendar por amigos o familiares que sólo hablan maravillas de su coche y, al final, nos lanzamos a darle una oportunidad. A día de hoy, son más de 32 millones de familias las que le dieron su voto de confianza.
Los primeros modelos llegaron con motores de 1 y 1.2 litros, entregando 60 y 65 caballos de potencia respectivamente y en carrocerías de 2 y 4 puertas. Dos años más tarde alargaron el conjunto, dándole un aspecto más deportivo y añadiendo una amplia gama de motorizaciones para cubrir las necesidades de cualquier cliente en potencia.
Shirou Sasaki:
"El Corolla es el coche familiar definitivo"
Para el líder y jefe del proyecto, Shirou Sasaki, Toyota había dado justo en el clavo con la tercera generación. Más potente, veloz, cómodo y estable pero manteniendo un consumo bajo. Además, en plenos años 70, crecía la preocupación por el medio ambiente y este Corolla ofrecía una menor emisión de gases. En apenas seis años el Toyota Corolla se había convertido en un icono de la industria japonesa exportando más de 300.000 unidades al año. Ya en 1983, con la cuarta generación a la venta, Toyota exportaba sus productos a 116 países alcanzando las 4.730.000 unidades. En Marzo del mismo año se habían producido un total de 10 millones de Corollas.
La quinta generación, presentada poco después de alcanzar los 10 millones de unidades, ofrecía por primera vez poder elegir entre tracción delantera y trasera. El primero brindaba un interior más espacioso y confortable mientras que el segundo se centraba en una sensación más deportiva. El coste de convertir el Corolla en un tracción delantera era de 120 mil millones de yenes pero lograron reducir costes a la mitad utilizando piezas ya existentes y adoptando nuevas tecnologías en el proceso de construcción.
Fue entonces cuando Toyota sacó a la venta el modelo AE86, también conocido como Hachi-Roku. Dimensiones contenidas, 130cv al eje trasero y menos de mil kilos. Protagonista del manga Initial D junto a su conductor y coche escuela de los mejores pilotos de drift del mundo. Es probablemente una de esas joyas del pasado que tantos entusiastas quisieran tener, no para aparcarlo en un museo, sino para conducirlo por la carretera de montaña más cercana.
Para entrar en la década de los 90 Toyota redefinió el concepto del Corolla original alejándose del aura familiar que lo había envuelto hasta entonces para aprovechar el tamaño de su superventas. Sin embargo esta generación no tuvo tanto éxito al existir ya entonces otras opciones deportivas en el catálogo de Toyota por lo que pronto, en 1995, Takayasu Honda recuperó su esencia como coche familiar económico.
Desde 2006 asistimos a la décima generación del Corolla en 40 años de historia, actualizándose cada temporada para no perder el rebufo del avance tecnológico en el que Toyota está siempre tan presente.
