Tras recorrer la Península Ibérica de norte a sur buscando las mejores localizaciones para pasar un fin de semana disfrutando de la conducción, cruzamos la frontera en busca de las 17 carreteras de montaña que harán las delicias del conductor y el amante de la naturaleza. Tanto si vas sólo como si vas acompañado, te garantizamos una experiencia inolvidable en cualquiera de las sugerencias que planteamos hoy.
En ocasiones, serán necesarios varios días de vacaciones para poder recorrer de principio a fin el asfalto que les da forma, pero por lo general no tomará más de un día adaptándose a cualquier tipo de escapada que tengas planeada hacia Europa, Estados Unidos o incluso Australia.
Putty Road, Australia
La Putty Road es la carretera que conecta Windsor, ya a las afueras de Sydney (Australia), con Singleton. Se trata de unos 180 kilómetros que transcurren entremedias de dos parques nacionales, el Yengo National Park y Wollemi National Park. Una vez dicho esto, podéis imaginar el tipo de vía que os encontraréis. Durante más de dos horas y media, dependiendo del ritmo con el que te lo quieras tomar, inundarás los pulmones de aire limpio y podrás observar y disfrutar la flora y fauna al otro lado del globo. En caso de preferir la costa, utilizar Singleton como destino será la excusa perfecta para tomar otra ruta y contemplar la costa central de Australia saliendo desde Sydney.
Deal's Gap, Estados Unidos
Si eres un amante del motor habrás oído hablar, seguro, de Deal's Gap, o también apodada "Tail of the Dragon". Deal's Gap está situado entre los estados de Tennesse y Carolina del Norte, donde comenzó la Aluminum Company of America comenzó en 1910 a construir un camino que sería utilizado para abastecer a la región de distintos víveres. Ya en 1931, fue Tapoco la empresa que se encargó de finalizar la construcción y fundar Deal's Gap tal y como lo conocemos hoy. La carretera en sí, sigue el transcurso del agua que forma impresionantes y enormes lagos como el Fontana o el Santeetlah. Tanta es su fama que existen numerosos sitios web dedicados y hasta un resort para aficionados del motor.
Beartooth Pass, Estados Unidos
A evitar si sufres de vértigo. Uno de los lugares de obligada visita si te gustan las alturas. Beartooth Pass se encuentra cercano al parque natural de Yellowstone, entre Wyoming y Montana. Es una área inmensa de montañas y riscos dignos del orgullo americano. El paso fue utilizado durante la Guerra Civil allá en 1872 quedando cerrado por décadas. Hoy, es señalada como la carretera con las mejores vistas de América y ofrece todo lo que uno podría desear para perderse en la naturaleza cuando acaba el rugido del motor.
Pacific Coast Highway, Estados Unidos
Si aun no tienes esta ruta bien marcada en tu lista de cosas por hacer, la añadirás hoy mismo. Se trata de salir desde Astoria, Oregón hacia el sur por la interestatal 5, que transcurre pegada a la costa del pacífico, hasta San Juan Capistrano, California. Allí en el norte de Portland, verás cómo se comporta el clima oceánico al otra lado del charco. Por el camino te toparás ya en California con San Francisco, Carmel-by-the-sea, Monterey o el Big Sur antes de llegar a Los Ángeles. Y a ambos lados del asfalto, parques naturales y una costa de playas kilométricas deseando recibirte.
El Negro Vikingo, uno de nuestros lectores, recomienda bajar hacia California por la US-101, más cercana a la costa que la interestatal 5. Si tenéis la suerte de probar la ruta, no dejéis pasar la oportunidad.
Mulholland Highway, Estados Unidos
Esta es nuestra última parada en el continente americano. Mulholland es uno de los lugares favoritos de los aficionados del motor en Los Ángeles. Se encuentra, más concretamente, en Malibú, ofreciendo una dosis rápida de adrenalina por las lomas donde se asientan decenas de mansiones. Un cielo despejado durante buena parte del año invita a alquilar un coche si te encuentras de paso por la ciudad del cine. Pero cuidado, su masificación ha producido más de un accidente en la zona.
Lysefjorden, Noruega
Ya en el viejo continente, resulta imposible no hacer mención a las magníficas carreteras noruegas. Puede que para disfrutar de ellas haya que esperar a las semanas más calurosas del verano pero lo cierto es que bien merecen la pena. Al sur del país nórdico nos encontramos con Lysebotn, donde una estrecha carretera de montaña transcurre por su costa con unas vistas espectaculares de sus brillantes recursos naturales.
Trollstigen, Noruega
Si ponemos rumbo al norte, avanzando hasta la montaña de Rauma, podremos hacer uso de la carretera del fiordo Trollstigen, famosa en el norte europeo por sus curvas 180º y una inclinación del 9%. Permanece cerrada durante las temporadas de otoño e invierno por las radicales condiciones climatológicas de la zona. No obstante, es uno de los paisajes incluidos en la lista de patrimonio de la humanidad desarrollada por la UNESCO.
Isla de Man
Sencillamente, la Isla de Man. Para llegar a ella con nuestro coche tendremos que conducir hasta Inglaterra para tomar el ferry que sale de Liverpool hasta esta pequeña isla del Mar de Irlanda. Gracias a su envidiable independencia legal de la Corona, no existe límite de velocidad por las sobresalientes carreras manesas (sí existe en poblado y ciudad). Su economía dependió durante décadas del turismo británico pero hoy en día es más conocida por acoger el Tourist Trophy y ser un paraíso fiscal. Disfrutar al máximo de nuestra máquina por el asfalto legendario de Man es otro de los deberes del buen aficionado.
Lindau y Bodensee, Alemania
El Lago de Constanza, o Bodensee en alemán, es uno de los tesoros mejor guardados por los centro-europeos. Un lago de ensueño de más de 530 km² cercano a los Alpes crea un escenario sin igual en el que disfrutar del motor y la naturaleza a partes iguales. Es, además, uno de los lugares preferidos por los probadores de distintas compañías que pasan su tiempo recorriendo la carretera que rodea el lago, pasando por Suiza, Austria y Alemania.
Romantische Straße, Alemania
Cercano al Lago Constanza se encuentra la Romantische Straße, o carretera romántica. Aunque Alemania es conocida por ser fría, lo cierto es que el sur puede llegar a ser muy, muy agradable en los meses de primavera y verano. Esta carretera transcurre desde Franconia, la región del norte, hasta llegar a los Alpes. El camino ofrece unos paisajes de un verde insultante, pueblos milenarios y el mejor contexto para perderte con tu pareja en busca de intimidad.
Bad Gastein, Nockalmstraße y Großglockner Hochalpenstraße, Austria
Más al sur nos encontramos con una colección de tres carreteras que podrían considerarse como las mejores del continente gracias a sus paisajes, calidad y seguridad. Se sitúan directamente el corazón alpino de Austria y se promocionan on-line como las localizaciones perfectas para disfrutar de la conducción. Saliendo desde Bad Gastein podemos realizar casi un círculo alpino de casi 300 kilómetros de largo que incluya Nockalmstraße y Großglockner. ¿Por qué un casi un círculo? Porque en Bad Gastein la carretera se termina y sólo es posible continuar por tren.
Transfagarasan, Rumania
Si has seguido durante los últimos años el programa de la BBC, Top Gear, recordarás hará unas siete temporadas que Jeremy, James y Richard coincidieron en admitir que la mejor carretera de montaña de mundo estaba situada nada más y nada menos que en el centro de Rumania. Y puede que tengan algo de razón. Pese al estado de las carreteras secundarias del país y a la falta de educación vial, los rumanos y cualquier visitante pueden disfrutar de esta vía construida en los 70 con fines militares.
Mónaco – Génova, Italia
El trayecto que separa Mónaco de Génova es de apenas 180 kilómetros pero estamos hablando de una de las zonas más bonitas y atractivas del Mediterráneo. La carretera circula continuamente pegada a la costa ofreciendo unas vistas de primera para los amantes del calor y el buen tiempo. Quizá se antoje demasiado corto y en los meses más cálidos haya demasiado tráfico pero es una de las mejores y más cercanas opciones.
Gargantas del Verdon, Francia
Simple y llanamente, el cañón más bello de Europa. Por el cauce del río que dio forma a Verdon Gorge corre agua de un verde esmeralda difícil de creer y gracias a la cercanía de la rivera francesa (Cannes, Niza…) , es un sitio que no pasa desapercibido. En sus alrededores se asientan, como era de esperar, típicas carreteras de la montaña mediterránea: estrechas, ratoneras y tremendamente divertidas.
Dubrovnik, Croacia - Kotor, Moldavia
Por suerte o por desgracia la costa este del Adriático no es tan conocida. Sin embargo, países como Croacia esconden carreteras de ensueño a la espera de ser explotadas. Conducir desde Dubrovnik (Croacia) hasta Kotor (Moldavia) es una actividad capaz de activar y excitar todos los sentidos. Nos encontraremos ante un paisaje familiar, muy parecido al de la costa mediterránea española, salvo que éste no ha sido inundado por hoteles y resorts de lujo. Los muros de la ciudad de Dubrovnik, bañados por el Adriático, son sólo el primer plato de una carretera capaz de crear adicción.