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Cómo actuar si se acerca un vehículo de emergencia

Cómo actuar si se acerca un  vehículo de emergencia
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Encontrarse con un vehículo de emergencias que trata de avanzar entre el tráfico es algo muy frecuente. Se trata de una situación inesperada no solo para conductores, sino también para los peatones y requiere de nuestra colaboración para que estos vehículos puedan cumplir su cometido de forma correcta.

Estos momentos suelen traer consigo cierto nerviosismo entre muchos conductores, que no saben muy bien cómo actuar o que, incluso, se pueden llegar a bloquear y no tomar una decisión. También hay que tener en cuenta que la forma de reaccionar de cada conductor puede ser diferente, con lo que al final se genera un auténtico problema para los vehículos de emergencia.

El tiempo es oro

Las prisas de estos vehículos tienen una clara y obvia justificación: los tiempos de traslados y desplazamientos deben ser los menores posibles, tanto si se trata de vehículos policiales como bomberos o ambulancias.

Mayor tiempo de desplazamiento supone correr un mayor riesgo

Un ejemplo muy claro lo tenemos en el caso de las asistencias a accidentes de tráfico. De hecho, a los primeros 60 minutos que transcurren después de un accidente se los denomina “la hora dorada”. Es en esta fase donde se produce hasta un 75 % de las defunciones, por lo que cuanto más rápida sea la intervención, más garantías habrá de salvar la vida a una persona.

Mat Napo Ejwj3a92fes Unsplash

Los tiempos de respuesta cada vez son más cortos gracias a los vehículos, la formación de los pilotos y la tecnología. En el SAMUR de Madrid, los tiempos de respuesta medios para cualquier patología han sido de 8 minutos y 11 segundos y, en los casos confirmados de parada cardiaca, de 6 minutos y 54 segundos desde que la llamada entra en la central de coordinación de SAMUR-PC hasta que llega la primera de las unidades, un tiempo inferior frente al de otras grandes ciudades europeas.

¿Debemos ceder el paso?

Esta obligación aparece en la normativa, la prioridad de los vehículos de servicios de urgencia está recogida en el Reglamento General de Circulación, concretamente en el artículo 67. En él, se indica que “tendrán prioridad de paso sobre los demás vehículos y otros usuarios de la vía los vehículos de servicios de urgencia, públicos o privados, cuando se hallen en servicio de tal carácter”.

Todos los usuarios deben colaborar, conductores, ciclistas, peatones, etc.

También se les permite circular por encima de los límites de velocidad, y estarán exentos de cumplir otras normas y señales, según las especificaciones que se señalan en el propio Reglamento. Pero esto no es solo para los coches, el resto de usuarios, como peatones o ciclistas, han de colaborar igualmente y evitar causar riesgo a otros usuarios adoptando “las medidas necesarias para facilitarle el paso, apartándose o deteniéndose si fuera preciso”.

John Jemison Gc Earugwbe Unsplash

Estos vehículos van a emitir señales luminosas y/o acústicas. Obviamente, si solo tienen activadas las luces, también hay que facilitarles el paso, aunque normalmente irán acompañadas de los avisos acústicos a través de las sirenas.

¿Cómo facilitamos el paso?

Existen multitud de escenarios diferentes, por lo que en general debemos actuar con sentido común y tratar de ser lo más empáticos posibles con los conductores de los servicios de urgencia. La Dirección General de Tráfico ofrece cinco consejos generales sobre cómo actuar si se avista un vehículo prioritario, por ejemplo, una ambulancia o un camión de bomberos:

  1. Mantenga su trayectoria.
  2. Aminore progresivamente la velocidad, sin frenadas bruscas.
  3. Observe, señalice y muévase hacia un lado si es posible.
  4. Si no puede apartarse, mantenga la calma y no haga maniobras sorpresivas.
  5. Obedezca las instrucciones del personal de emergencias.
Benjamin Voros As5uah Bslw Unsplash

Pero todo este proceso no da comienzo si el conductor no se percata de su aparición. Y eso puede suceder, por ejemplo, si el ruido de su propia radio no le permite escuchar los sonidos del exterior o por cualquier otro tipo de distracciones.

Algunos casos prácticos

Como decíamos, son infinitos los casos, pero vamos a tratar de dar algunas pautas en aquellos más frecuentes.

No cortar la trayectoria y facilitar un pasillo entre el tráfico

En los cruces o intersecciones, al avistar el vehículo prioritario se debe reducir la velocidad, apartarse lo máximo posible al margen derecho y no detenerse en el cruce, ya que se podría producir otro accidente. En estos lugares, suele haber también peatones, por lo que se debe extremar la precaución. En este sentido, también los viandantes deben colaborar no cruzando la calzada si se aperciben de su presencia.

En las glorietas, es fundamental no cortarles la trayectoria jamás, si es necesario daremos otra vuelta completa a esta. Tanto en este escenario como en el anterior es importante comunicarse con los vehículos prioritarios, a través de los intermitentes, para indicarles cuál es nuestra intención y facilitarles el paso.

En atascos y retenciones, es necesario crear un pasillo que les facilite el paso y no les obligue a cambiar de carril o trayectoria. Lo mejor es mirar por el retrovisor, examinar lo que se está haciendo más atrás y actuar en consecuencia, a no ser que desde el servicio de emergencias nos hagan cualquier otra indicación. Nunca trates de cambiar de carril por delante del vehículo prioritario.

Por último, si viajas fuera de España, ten en cuenta que, en Europa, países como Alemania, Bulgaria, Suiza o Eslovenia cuentan con carriles prioritarios para ser utilizados exclusivamente por vehículos de emergencia en atascos o retenciones.

Sanciones y malas costumbres

Hay que tener en cuenta que estos profesionales están realizando un trabajo que en muchos casos puede suponer el salvar una vida. En consecuencia, es de vital importancia que lo puedan hacer con las mayores garantías de éxito.

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Por tanto, interrumpir el servicio, aun cuando sea de forma involuntaria, es sancionable. Concretamente, no respetar la preferencia de paso de un vehículo prioritario en servicio de emergencia se considera una infracción grave y está penada con una multa de 200 euros.

Por último, hay otra mala práctica, también sancionable. Es el hecho de que, en circunstancias de tráfico denso y aprovechando el pasillo que dejan los vehículos de emergencias, algunos conductores lo aprovechan para avanzar entre el resto, poniendo en peligro a los conductores que vuelven a situarse de forma normal en su carril. Lamentable, pero a la orden del día.

Imágenes | Unsplash/Mat Napo/Benjamin Voros/Waldemar Brandt, Pixabay/Tobias Rehbein

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