Orgullo de Japón
Hoy seguimos repasando esos cinco modelos que han supuesto un antes y un después no únicamente en la historia de Toyota sino también en la propia industria del automóvil. En la entrega anterior el Toyota Corolla y el Toyota Supra fueron los elegidos para dar comienzo a este especial con motivo del 75 aniversario de Toyota.
Seguir a la altura de esos dos modelos iba a ser complicado, pero lo cierto es que durante todos estos años los japoneses se han esforzado por regalarnos esa clase de coches que no se olvidan. Para esta segunda y última entrega ponemos en el expositor uno de los mejores vehículos de rally que jamás se haya construido, el primer gran deportivo de lujo japonés y el icono de la nueva movilidad.
Apuesto a que, siendo un apasionado de las cuatro ruedas como eres, ya has adivinado qué tres modelos hemos elegido en esta ocasión. Sin más dilación nos lanzamos a la piscina de la historia buceando hasta conocer sus últimos rincones.
Toyota 2000GT, en honor a Japón
El Toyota 2000GT fue la gran declaración de intenciones de Japón hacia Occidente. Ni Toyota ni el resto de compañías habían llegado a los números que ya manejaban entonces basándose en los modelos que se producían en Europa. No obstante, fue este 2000GT el que terminó de demostrar que los japoneses habían llegado tan lejos para quedarse, innovar y avanzar.
Los grandes superdeportivos europeos se llevaban los billetes de los millonarios de la época sin dar opción a la competencia asiática. Una tradición que estaba a punto de cambiar cuando el 2000GT hizo su aparición en el mundo del cine siendo conducido por, ni más ni menos, que James Bond en "Sólo se vive dos veces". Pero esa historia ya os la hemos contado en el Espacio Toyota de Motorpasión. Entra y descubre de donde vino semejante bólido.
Toyota Prius, primer híbrido de producción en serie
¿Sorprendido? Espero que no. Puede que el Toyota Prius no sea el coche más potente o el que más campeonatos del mundo ha logrado, pero sin duda merece estar entre los cinco coches que han marcado la historia del automóvil. La entrada del Prius en la producción en serie de este vehículo en 1997 supuso la primera vez en la historia que un híbrido se pondría a disposición del gran público.
Hasta tres generaciones hemos visto ya del vehículo híbrido más popular del planeta. Gracias en buena parte al ritmo al que la tecnología avanza y hace posible mejoras constantes en el modelo. Sobre todo se ha estado trabajando en la autonomía y el peso de las baterías, coeficiente de penetración etc… además de haberlo actualizado a menudo para incluir los últimos avances y peculiaridades.
En 2012 las ventas no han para de crecer y ya son más de cuatro millones de vehículos con tecnología híbrida heredada del Prius en nuestras carreteras. Abre bien los ojos, porque tenemos la suerte de estar asistiendo a un momento histórico.
Toyota Celica, nacido para ser campeón
Última versión del Celica
El Toyota Celica nació a finales de los años 60, época en la que los muscle cars americanos poblaban las carreteras de Estados Unidos creando la leyenda de los Ford Mustang, Torino etc… En esos años en los que la música se hacía global, la televisión comenzaba a expandirse para informar al ciudadano y el pacifismo se asentaba en la mente de cientos de miles de jóvenes, Toyota hacía real sus planes de desarrollo de un deportivo para la juventud al presentar en el Salón de Tokyo de 1970 el nuevo Celica – derivado de coelica, celestial en castellano –. Sólo dos años más tarde haría su primera aparición en el Campeonato del Mundo de Rallys.
Toyota Celica 1967
En origen los japoneses adoptaron la estética que triunfaba entonces, la americana – durante años, el diseño fue encargado norte-américa –, pero lo cierto es que esas líneas no tardaron mucho en modificarse para convertirlo en una de las señas de la marca. Una década después ya había ganado dos veces el premio al mejor coche de importación y, con la tercera generación del Celica, la referencia de los deportivos compactos adoptaba un diseño propio en busca de su propia identidad.
Uno de los cambios más importantes en su trayectoria se produjo durante estos años de hombreras y pantalones altos, pasando de tracción trasera a delantera y creando el modelo GT-Four, de tracción total en su quinta generación. Este sería la base de un coche que daría muchas alegrías a nuestro país.
Carlos Sainz al volante del Celica
Y es que en 1990 Carlos Sainz se puso a los mandos del Toyota Celica para hacerlo campeón del mundo, revalidando el título también en 1992. Dos generaciones después, en la séptima llegada con el siglo XXI, Toyota preparó el adiós de tan gran coche con un propulsor 1.8 litros de 192cv y otro de 143cv. Su adiós definitivo se produjo en Japón en el año 2006.
