Puede que te suene Evergrande por ser la mayor compañía de bienes raíces del mundo, por poseer un club de fútbol chino o por haber invertido en Faraday Future y NEVS, el sucesor electrificado de Saab.
Si no, ahora te sonará porque ha anunciado la inversión de 23.000 millones de dólares -alrededor de 20.000 millones de euros- en la producción de un millón de coches eléctricos y 500 GWh de baterías por año en China.
Unos objetivos muy locos
Según publica Global Times, Evergrande invertirá 23.000 millones de dólares en tres fábricas en el distrito Nansha, de Guangzhou.
Una de ellas tendría la capacidad de fabricar un millón de vehículos al año, mientras que las otras dos podrían producir hasta 500 GWh de baterías al año, además de motores eléctricos y sistemas de control electrónico para equipar a este millón de coches. En la teoría.
Para poner en contexto estos objetivos tan ambiciosos tenemos como ejemplo perfecto a Tesla, que aún tiene dificultades para alcanzar en su gigafactoría de Nevada los 35 GWh seis años después del nacimiento del proyecto. Y eso que se marcó como objetivo, junto a su proveedor Panasonic, llegar hasta los 105 GWh de producción al año.
Evergrande ha adquirido una participación del 51 % en NEVS, con sede en Suecia, y ha establecido empresas conjuntas con Koenigsegg para ahondar en el desarrollo de vehículos y la capacidad de producción. También adquirió Shanghai Cenat New Energy, una joint venture chino-japonesa, para desarrollar una tecnología de baterías eléctricas líder en el mundo.
Ahora ha puesto en marcha los planes para lanzar su propia producción de coches eléctricos en China, que es actualmente el mayor mercado para estos vehículos impulsados por baterías. Veremos en qué queda.